El conseller de Educación, Cultura y Universidades, Rafel Bosch, ha pedido este martes a Jaume Bonet, el jubilado que lleva 20 días en huelga de hambre por los "ataques" que considera que está sufriendo la lengua catalana, que "deponga" su "actitud" puesto que, si lo hace, "me reuniré con él las veces que quiera".
Así lo ha indicado el también portavoz del Govern durante el Pleno de este martes, en el que también ha asegurado que se ha preocupado por la salud de este ciudadano que ya ha perdido 20 kilos de peso.
No obstante, el conseller ha comparado su situación con la de un alumno que se pone en huelga de hambre por no aceptar la nota que le pone su profesor, o la de un padre para exigir que su hijo tenga prioridad a la hora de recibir un trasplante de órganos.
"Lo primero es respetar las instituciones", ha indicado Bosch, quien también ha remarcado que le "preocupa" la actitud de cualquier ciudadano de las islas que adopte la decisión de poner en riesgo su vida por una decisión parlamentaria.
Bosch ha hecho estas declaraciones en respuesta a una pregunta formulada por el parlamentario del PSIB, Lluís Maicas, quien ha dicho al Govern que es el Ejecutivo de todos los ciudadanos, y no únicamente de sus votantes. Además, Maicas ha agradecido a Bonet el "ejercicio de sus convicciones", así como a todas las personas que quieren la lengua catalana.
Bonet, miembro de la Asociación Jubilats per Mallorca, se puso en huelga el primero de marzo para protestar contra la política lingüística del Govern y al entender que el presidente del Ejecutivo, José Ramón Bauzá "quiere abolir el catalán y suplantarlo por el castellano".