El número dos del mundo, que sorprendió con su victoria en Melbourne Park hace tres años y arrancó lágrimas al impasible Federer, se impuso por 6-7(5), 6-2, 7-6(5) y 6-4 para meterse en su cuarta final consecutiva en un 'Grand Slam'.
A pesar de sus molestias de rodilla y de llegar envuelto en dudas por su eliminación ante Gael Monfils en las semifinales de Doha, el manacorí dio una lección de tenis al 'maestro' suizo y ya espera rival del choque que disputarán este viernes Novak Djokovic y Andy Murray.