La falta de un quirófano infantil en Son Espases es algo que clama al cielo, pero las medidas que el Ib-Salut pretende tomar para paliar la injusta situación que viven los más pequeños que han de ser operados, no merecen otro calificativo que el de chapuza, además de poner de manifiesto una falta total de sensibilidad.
Me cuentan que en las últimas semanas se ha producido la queja de una madre, ya que parece ser que su hijo vio algo en el despertar, que al volver a casa le ha hecho perder el control de su esfínter urinario; es decir, que se vuelve a hacer pis encima como consecuencia del trauma que ha sufrido.
¿Cuál ha sido la respuesta del hospital, coordinador quirúrgico e Ib-Salut? Pues nada más y nada menos que ordenar al personal de enfermería y auxiliar de la zona de despertar que junten a los niños en una zona determinada de la sala para que así no vean nada, algo que es imposible porque se trata de una sala abierta.
Pero, para redondear la solución, les han comunicado que ya han comprado unos biombos para que los niños no vean nada, claro, que si se pone el biombo delante, desde el control de enfermería, tampoco se ve a los niños. Y se quedan tan anchos.
Curiosamente, en ningún momento se han dignado a reunirse con los profesionales implicados, con el fin de solucionar este tema definitivamente y atender sus propuestas, porque, seamos claros, son incapaces de tener la suficiente humildad para admitir y reconocer que la atención de los niños en quirófano es manifiestamente mala e incorrecta.
Así que su “solución” pasa por poner en marcha y a escondidas esta chapuza, lo que deja claro que no entienden nada de lo que se les plantea y prefieren que el hospital de referencia de Baleares, en pleno siglo XXI, trabaje con biombos en lugar de separar a los niños y a los adultos completamente como sucede en otras zonas del hospital; de decorar las paredes, o de habilitar salas de anestesia. Nada de nada.
Y lo peor, lo más grave de todo estos, que los que más sufren esta situación son los más pequeños, algo que parece que no preocupa a nuestros gestores sanitarios.