Ustedes y yo le estamos pagando unos salarios astronómicos a dos diputados europeos de origen catalán pero elegidos para representar al distrito único español que han tenido la poca vergüenza de preguntar a la Unión Europea si pensaba sancionar a Pepe por el pisotón a Messi. Digo 'poca vergüenza' porque, más allá de si es o no es justo el famoso pisotón, a mí se me caería la cara de vergüenza de pensar que estoy dedicando mi tiempo, cuando hay cinco millones de parados en este país, a tamaña estupidez y, cuando, encima, parece obvio que estoy defendiendo los colores de mi equipo de fútbol.
Ustedes verán: si existiera un examen tipo ITV para los diputados, seguro que estos quedaría fuera por fallos graves en el sistema de frenos. Porque este tipo de impulsos hay que pararlos a tiempo para no hacer el ridículo mundial.