La EMT ha decidido felicitar el Año Nuevo a todos los palmesanos con una subida de tarifas que convierten el billete de autobús en el más caro de España, junto con Madrid, a 1,50 euros por trayecto, lo que no sólo supone un “atraco” más a nuestros bolsillos sino que, además, es una auténtica tomadura de pelo.
Y es que si comparamos Palma con Madrid, en cuanto a servicios, flota de autobuses, frecuencias o trayectos, es para echarse a llorar, pero qué les importa eso a los responsables de nuestra EMT, absolutamente nada. Ellos a llenar las arcas y nosotros a pagar por un servicio infinitamente peor, mal diseñado, con trayectos de locos y frecuencias que hacen que llegues antes andando, por muy lejos que vayas.
Por lo tanto, si pagamos a precios de primera, también exigimos servicios de primera y no de cuarta regional como el que nos están ofreciendo, por lo que me parece no sólo un despropósito sino una auténtica vergüenza esta subida que nos equipara con una de las ciudades de España en la que mejor funcionan los transportes públicos.