ME DAN GANAS DE…

El Govern ya podría empezar a aclararse

Jueves 15 de diciembre de 2011

El director general del Ib-Salut dice en su medio favorito que está a favor del copago en la Sanidad y la consellera, su jefa, la que dicen que debería haberle nombrado para el cargo, le contesta en los medios que ella está en contra. La consellera comparece en rueda de prensa con el vicepresidente económico, su jefe en asuntos de dinero, y se enzarzan en una educadísima discusión en la que ella, en este caso subalterna, dice que está en contra del copago, mientras el segundo del Govern, supuestamente informado de las políticas institucionales en este asunto, dice que él cree que hay que introducir este pago. Todo delante de los ciudadanos, delante de los medios. ¿No podrían evitarnos escenificar sus discrepancias en público?

El asunto suscita varias preguntas. ¿En qué basa la consellera de Sanidad su oposición al copago? ¿Es que ella cree que la Sanidadpública se puede financiar con los recursos que tiene actualmente el sistema? ¿Es que los ciudadanos de Baleares creamos riqueza suficiente como para con nuestros impuestos podernos pagar siete hospitales completamente nuevos? Cuando el vicepresidente dice que estamos mejorando la gestión ¿lee lo que dicen los médicos en los diversos foros, sobre el funcionamiento interno, desordenado y caótico, de cuyo nacimiento no se puede culpar a este Gobierno, por supuesto, pero de cuya persistencia, sí? La sanidad es el 30 por ciento del gasto público balear, más de mil millones de euros anuales, como para que a seis meses de haber llegado al poder el Govern parezca no tener claro qué quiere hacer, ni qué política aplicar, ni siquiera quién manda allí.

Estamos hablando de algo muy serio en lo que el anterior gobierno era un caos pero en lo que el nuevo está demostrando que tampoco sabe qué hacer. Es muy serio que el vicepresidente y la consellera discrepen en público porque es una muestra de que ahí no manda nadie y ya va siendo hora de que seis meses después empiece a haber algún orden. Ya no sirve decir que los anteriores eran malos, que lo eran; hoy ya es exigible que las ideas se vayan aclarando y que se sepa qué hacer. ¿O hemos de esperar a que este debate se dilucide? Para entonces no quedará ni Sanidad, ni autonomía.

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