Los dirigentes del PSIB se indignan cada vez que algún miembro del Govern les reprocha que las “fiestas del Pacte” han dejado las arcas de la comunidad temblando, pero el caso es mal que les pese no hay día que pase sin que en la prensa se publique un nuevo ejemplo de despilfarro por parte de quienes hasta hace unos meses gobernaban.
A la compra de una estatua por valor de 55.000 euros que debía colocarse en una estación de tren, que ni siquiera se ha construido, se une ahora el gasto de 33.072 euros en una mesa de reuniones y de 16 sillas. Sí, ha leído bien más de dos millones y medio de las antiguas pesetas en una mesa, que supongo será de una calidad excepcional. En el caso de las sillas la broma nos ha salido por algo más de1.100 euros la unidad.
Viendo estas cifras ¿a alguien le puede extrañar que la comunidad esté en la ruina y no haya dinero ni para agua? ¿Tienen derecho a quejarse los socialistas cuando se les echa en cara su nefasta gestión y su manirrotismo? En lugar de eso deberían agachar la cabeza y callar porque gracias a su política ahora nos toca pagar dos millones de euros diarios a los bancos para devolver los préstamos.