El que avisa no es traidor. Ramón Socías se despidió ayer de su cargo como delegado del Gobierno durante el acto de celebración de los 33 años dela Constitución con unas palabras que dejan entrever que se va pero por poco tiempo.
“Que no sea un adiós, sino un hasta luego”, dijo Socías y la cara de Francina Armengol mudó de color. Desde luego si la política inquera tenía alguna duda sobre si alguien le iba a disputar la secretaria general de PSIB ya se la han despejado.
Aunque el lugar no era el idóneo ni el momento adecuado, Socías aprovechó su último acto oficial como delegado del Gobierno para dar un discurso de izquierdas en el que pidió que la crisis no sirva de excusa para perder derechos adquiridos hace años y en que hubo guiños hasta a los indignados. La carrera por hacerse con el liderato de los socialistas ha comenzado.