El inconsciente traicionó a Rubalcaba

Pasadas unas horas del debate electoral ante las cámaras de televisión, el balance vuelve a ser otra losa más sobre las espaldas de los socialistas. Era la oportunidad para reducir distancias y se ha convertido en una nueva razón para perder, para desprestigiarse. A perro flaco, todo son pulgas. Ustedes verán: Rubalcaba es un buen polemista, mejor probablemente que Rajoy. Pero él, como todos los ciudadanos, sabe que va a perder las elecciones. Y se comportó durante el debate partiendo de esta premisa: voy a perder, por lo tanto vamos a minimizar los daños, a garantizar el apoyo de los más fieles. Eso ha significado asumir un supuesto: soy el perdedor. Pero Rubalcaba se pasó, dejó demasiado en evidencia su situación, sus ideas, y por lo tanto quedó patente que daba como ganador a Rajoy. Eso se ha convertido en una nueva losa sobre él, sobre su futuro sobre sus mermadas posibilidades electorales, sobre su escaso predicamento.