Ya está. La campaña electoral ha empezado, por lo que a partir de ahora escucharemos numerosas declaraciones y promesas. Todos tienen la solución que no han tenido durante estos pasados cuatro años; todos prometen crear empleo mientras la economía está cada vez peor y 86.924 personas se encuentran en el paro.
No me gustan las campañas electorales, porque hace tiempo que deje de creerme todo lo que se dice en ellas. Me parecen un gasto totalmente inútil porque la gente tiene muy claro a quién va a votar el 20-N, así que pienso que todo lo que nos espera es dinero tirado a la basura y no está el país para estas alegrías.
¿Y qué me dicen de las declaraciones? Ahora resulta que quienes nos han traído hasta aquí tienen soluciones para sacarnos del agujero, pero no se les habían ocurrido hasta ahora, mientras que el resto también parece poseer la llave de la solución a nuestros males.
Pero, seamos realistas, de una vez por todas, la política económica no la marcamos nosotros, nos viene marcada, así que lo único que se puede hacer es pedir que quienes ganen las elecciones gestionen bien lo poco o lo mucho que tengamos. Lo demás, es puro cuento.