Siempre ha habido una imagen que me emociona sobremanera, no es otra que la de varios
brazos en alto con las manos arriba
despidiéndose de sus seres queridos, diciendo adiós, quizás desde un
andén de autobús o al borde de las vías de un tren o en la puerta de embarque de un aeropuerto. Sobre todo si me coloco en los ojos del que se va, del que ve esa imagen
alejándose poco a poco, del que pone la
mano en el cristal como un último intento de acercarse a algo que se va dejando atrás y que en tu retina se va desvaneciendo. Es entonces cuando no muy lejos de allí aparece una
lágrima. Es así querido lector como me siento hoy.
Y es que esta vez será la
última que, al menos por el momento, nos encontremos en este espacio desde el que una humilde servidora les ha narrado
cuentos para el verano. No sólo de reyes, príncipes y princesas, sino también de actores, cantantes, diseñadores, modelos y biólogas célebres. Todo con el objetivo de
informarles y entretenerles.
Mallorca ha sido un año más una
isla mágica para compartir una estación en la que todo puede pasar. El otoño por el contrario ya es diferente, vuelta al cole o al trabajo… En fin,
vuelta a la realidad.
En una semana marcada por las
tormentas (también políticas), una puede hacer el ejercicio de no hablar del Metro pero sí hacerlo de nuevo de la
pasarela Cibeles donde el trabajo de nuestro estimado
José Miró dejó huella en la capital. Que se lo digan si no a
Judith Mascó que invitó al exitoso diseñador a formar parte del juego en su programa televisivo
Supermodelo 2007, un reconocimiento más que le ayuda a
publicitarse y a
consagrarse un poco más allá de nuestras fronteras. Enhorabuena.
Sin embargo, se podría hablar también de las
últimísimas fiestas del verano (aunque ya ha acabado) pero usted me perdonará, respetado lector si no le cuento más pues tratándose de una despedida tampoco conviene
alargarla más de lo humanamente llevadero. Sólo me queda darle las
gracias. Quizás nos volvamos a encontrar entre líneas de tinta negra o tubos catódicos. Quién sabe. En cualquier caso, gracias y hasta la próxima, donde quiera que sea.