Martes 01 de septiembre de 2015
Leo con estupor las afirmaciones del Conseller d’Educació respecto a que su voluntad es llegar a un acuerdo cuanto antes sobre los conciertos con los centros del Parc Bit, recalcando que no se trata de una "decisión política", sino de "base administrativa y de respeto a la legalidad", concluyendo que la Conselleria es "respetuosa con la ley" y que no se trata de un "debate del modelo educativo" de los centros educativos del Parc Bit.
Y las comparo con las de la Presidenta Armengol en el Parlamento -sede de la democracia y del respeto a las libertades- en el debate de su investidura “nosaltres som partidaris de llevar el concert a la (escola) de l’Opus Dei que segrega infants, nins de las nines, per tant aixo també ho vull fer pùblic, perquè crec que també és important” (Diari de sessions del ple del Parlament Balear, 30.VI.15, pg 43).
Supongo que March tiene que obedecer a la Presidenta y salvarle la cara, y para ello, dándoselas de tolerante, intentar “vestir el muñeco” pretendiendo, con el manto de abstrusas justificaciones administrativas sin ninguna base jurídica, dar visos de legalidad al despropósito de conculcar derechos fundamentales de cientos de padres y de alumnos.
¿A quién creemos, al Conseller o a la Presidenta?: por la boca muere el pez…
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