Jueves 13 de agosto de 2015
Si el miércoles tras la reunión de seguimiento del Pacto de Gobernabilidad entre PSIB, Més per Mallorca, Més per Menorca, Gent per Formentera y Podem Illes Balears, la polémica a cuenta de los nombramientos de altos cargos y asesores técnicos pareció desvanecerse, ayer Podem a través de una nota de prensa exigió el cese de Francisco Fernández Terrés, recién nombrado gerente de la empresa pública Serveis d’Informació Territorial de les Illes Balears (SITIBSA). El veto vendría motivado por sus supuestas relaciones con los constructores.
Este comportamiento de la formación que lidera Alberto Jarabo no es fácilmente comprensible, pues no consta que pusieran de manifiesto el veto a Fernández Terrés durante la reunión del miércoles. Es cierto que gracias a Podem y a Més se da un paso hacia una mayor transparencia en el nombramiento de cargos de confianza, con la publicación de su currículum en la web del Govern, pero no es menos cierto que hay otros muchos asesores y cargos políticos –también de Podem o de sus marcas blancas municipales– que no hacen lo propio en otras instituciones y que deberían hacerlo.
Las acusaciones de Podem contra Fernández Terrés parecen sobredimensionadas y habría que explicarlas mucho mejor a la ciudadanía, pues después de haber otorgado su plácet al nombramiento de Pau Thomás, hijo de Vicenç Thomàs, e incluso al del marido de la consellera de Salut, Patricia Gómez, al frente del IB-Salut, resulta sorprendente un veto al gerente de SITIBSA que hasta donde se conoce, ni tiene ninguna inhabilitación para el ejercicio de un cargo público y para gran parte de la ciudadanía es un perfecto desconocido, sin que se le identifique de modo tan rotundo con los males que Podem aprecia en él.
La postura de Podem no es leal para con sus socios y pareciera la del perro del hortelano de Lope de Vega, que ni come ni deja comer. Más razones tuvieron el resto de integrantes del Pacto para vetar al Síndico de Cuentas propuesto por Podem, Fernando Toll-Messía, antes su presunta falta de titulación académica para acceder al cargo. Y sin embargo se abstuvieron de toda controversia, apoyando al propuesto por Podem. Ellos no se comportan con la lealtad que reciben, lo cual si no se enmienda acabará por generar graves problemas de estabilidad al Govern.
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