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Este lunes
Francisco Rivera sufrió una grave cogida en el vientre bajo de la que tuvo que ser operado de urgencia en el hospital de
Huesca, donde se estaba celebrando la corrida. El diestro sufrió una fuerte cornada de 25 centímetros incluso llegando al cuerpo vertebral con "pronóstico muy grave" afectando el colon y la aorta, según el parte médico oficial.
Pero a pesar de este duro golpe, el hijo de Carmina Ordoñez no ha visto afectado ningún órgano vital de su cuerpo. Según las últimas declaraciones del cirujano de la Plaza de toros de Huesca,
Enrique Crespo, quién atendió al torero ha declarado tras la intervención que Rivera "salió estable y consciente", y "afortunadamente no se han encontrado más lesiones".
Parece que el torero no está teniendo una buena racha tauria ya que el pasado 9 de agosto, tan sólo un día antes de la corrida en Huesca, Francisco sufrió una aparatosa cogida en Marbella sin graves consecuencias, cuando toreaba el primer toro de su lote. No hubo que lamentar graves consecuencias. El marido de Lourdes Montes ha pasado la noche acompañado de sus apoderados, Simón Casas y José Cutiño, quienes no han querido separarse del diestro en su primera noche tras la importante operación. Sin embargo, las primeras 24 horas y los siguientes 4 o 5 días, son cruciales para marcar la evolución del maestro como así ha explicado Crespo. Además, asegura que "las complicaciones que pueden aparecer serían graves", y por ello "está en la UVI estabilizado".