Jorge Campos | Jueves 11 de junio de 2015
“El primer día que llegué al IES Binissalem, el claustro simpatizante de la Assemblea de docents me recibió con una cacerolada vestidos con camisetas verdes” “Me he encontrado con un claustro de profesores donde pensar diferente está mal visto y si uno muestra opiniones diferentes de las directrices más radicales quedas señalado” “Tergiversan la información” “No se puede ser imparcial y yo pretendo serlo. O estás con ellos o contra ellos” “Hasta que no me vaya no van a parar y mientras tanto intentan desacreditarme” “Se habla mal de mí a padres y alumnos” “Han organizado sentadas. No entiendo como alumnos de 13 años me pueden decir que estoy sola porque la conselleria va a cambiar de partido y no tengo nada que hacer” “He visto profesores haciendo fotos de las sentadas y otros pedían a los estudiantes que salieran al patio, donde yo estaba, para silbarme” “Me pregunto si nos tenemos que doblegar ante el extremismo y si queremos enseñar esto a nuestros alumnos” “Me dicen que la situación irá a peor si me mantengo en el cargo”
Estas son algunas de las declaraciones que ha realizado la valiente directora del IES Binissalem (Mallorca), Itzíar Pérez, en varios medios de comunicación nacionales para que se conozca lo que sufre en su centro, y que, lamentablemente, se repite en la mayoría de escuelas públicas donde tienen presencia los fanáticos de la Assemblea de Docents y sindicatos afines.
El matonismo vestido de verde se ha valido de los estudiantes, una vez más, a los que han manipulado para que se manifestaran contra ella a pocas semanas de finalizar el curso.
Itzíar ha cometido el pecado de haber sido nombrada como directora por la consejería de educación del Partido Popular, una vez hubo dimitido el equipo anterior con el fin de chantajear al gobierno de José Ramón Bauzá. La misma consejería de Nuria Riera que la ha abandonado a su suerte entre la jauría intolerante del catalanismo radical. La misma ciega, sorda y muda que ha autorizado al denunciado director del IES Marratxí, Jaume March, a que siga 4 años más adoctrinando en su cargo.
He empleado en el titular la palabra comodín que el catalanismo emplea para intentar insultar a todos los que no pensamos como ellos. Los que pretendemos que la libertad sea el pilar sobre el que construyamos un sistema educativo de calidad. Si bien, realmente, las formas de linchamiento empleadas por estos totalitarios se adecúan más al estalinismo, con un mismo fin: Aterrorizar al discrepante, ya sea director, profesor, padre o alumno.
Todo mi apoyo a Itzíar Pérez. Que cunda su ejemplo de denuncia pública. Nuestro silencio es su victoria.
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