Miguel Lázaro | Miércoles 20 de mayo de 2015
NO CONFUNDIR PRUDENCIA CON MIEDO
Ni tampoco miedo con la ansiedad de la incertidumbre. Algunos medios publican no información sino juicios de valor. Los políticos andan metidos en la bulimia preelectoral, a la caza del voto. Ya saben aquello de que, según ellos, “las promesas solo comprometen a los que se las creen”. Menos mal que algunas boutades no se las creen ni ellos. La sociedad ya ha hecho callo. Ahora bien los ciudadanos no tenemos miedo, El miedo es humano pero es muy paralizante. Diagnostico errado. Nos quieren confundir. Lo que si tenemos es más incertidumbre. El futuro siempre convoca a la incerteza y esta a la ansiedad. Pero lo que aumenta la incertidumbre son las propuestas de ciertos partidos políticos si llegan al poder. Sobre todo a la clase media. De ahí que se apele a la reflexión y a la deliberación para tomar decisiones prudentes y razonables. Y recuerden no hay respuestas hay opciones. La ciudadanía elige.
OBSERVANDO LA REALIDAD
Hoy mes que mai hay que realizar una observación pormenorizada y atenta de la realidad. Hay tres obstáculos para la observación: el sesgo subjetivo interpretativo de cada uno en el que se funde y confunde el presente con el pasado siempre demasiado próximo, nuestros pre-juicios y la opulencia material que nos narcotiza. Pero hay dos correctores de nuestra parcialidad: el contraste y la deliberación con los otros y el interés de evitar las equivocaciones, aprendiendo de nuestros errores. De eso trata vivir la vida. Como dijo el poeta “que la vida va en serio uno se entera demasiado tarde”.
REFLEXIONES PREELECTORALES
¿Cuantos de nuestros políticos y administradores de la res publica permanecerían instalados en sus poltronas si fuesen victimas responsables de sus propios errores?
Ejemplo: el despilfarro gestor de nuestros impuestos que no penaliza con la invisibilidad política.
¿Cuantos aspirarían al poder de tomar decisiones, si estas implicasen sus propios patrimonios y estatus social?. Esto si que seria un factor de disuasión de los “seudo políticos trincantes”.
Ejemplo: los “famosos sobrecostes en las obras públicas” que son admitidos sin ningún tipo de autocrítica.
EL PODER DE LOS INDECISOS
Nos encontramos en una sociedad instaurada en la ficción, a pesar de la dura y variada realidad .Es un mundo en el que prevalece el “como si” y en el que lo engañoso siempre es más atractivo que lo auténtico. El marketing y los envoltorios son mucho más importantes que los productos. Si Goebbels levantara la cabeza. El era un pardillo comparado con algunos de lo políticos actuales maestros en la praxis de la etiqueta. Menos mal que todos es limitado.
Ahora bien el voto de los indecisos neurotiza a los sociólogos (que están haciendo su agosto) y los tiene en un sin vivir. No hay encuestas hay intentos especulativos, porque hay muchos ciudadanos que no dicen ni mu . No dan pistas. Este fenómeno lleva a diversos análisis interpretativos que suponen para algunos partidos un rayo de esperanza y para otros un negro nubarrón para sus expectativas. He ahí un grupo social con un gran poder: los callados. En la presente algarabía social, la clave de lo que se esta cociendo hay que buscarla en los silenciosos y su mutismo voluntario. Es muy prudente hacer un alto en el camino y una atenta escucha de los silenciosos.¿Estarán indignados? ¿Pensaran en el veto? ¿En la abstención? Esperemos que la prudencia les acompañe.
SUGERENCIAS GASTRONOMICAS
Si van a Madrid, les voy a recomendar dos comedores o casa de comestibles que bordan el arte de la manduca. El Quenco de Pepa, es un clásico pero hay que volver a otorgarle un merecido reconocimiento. Espectacular sus verduras y hortalizas: el tomate es para llevarte unos cuantos kilos a casa, las coquinas para repetir media docena de veces, la gamba blanca de Huelva, Huelva, las albóndigas con foie y trufa para degustarlas durante media hora larga y el atún de almadraba para ser un ratico feliz. Pidan la terraza. Precio justo.
El otro es un pedazo de Cádiz trasplantado a Madrid, se llama Macarela. Aquí el atún rojo alcanza dosis de lirismo y de alquimia dopaminérgica sublimes. Productos del mar y una buena ternera La manzanilla, como no, es el vino que toca y que pega. Precio razonable.
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