Mierda catódica en tve

Nadie ve Sálvame, claro. No somos de ésos. Aunque todos sabemos de qué va y quién es quién en esa jaula de locos. No pasa nada. Por curiosidad nos asomamos a todas las ventanas.

Unas catorce ediciones lleva Gran Hermano, alguna de ellas Vip. O sea, hay un público para ello. Un canal 24 horas emite a un grupo de personas conviviendo en una casa. Pero hay gente, bastante seguramente, que mira casi las 24 horas esa convivencia.

No juzgo a nadie. Razón tienen los que defienden que si existen estos programas es porqué hay gente que los sigue. Incluso habiendo alternativas. Que las hay.

Son una porquería de programas. No admite discusión. Pero son empresas privadas.

Ahora ha vuelto José Luís Moreno. La caspa y la vergüenza desde la tele pública.

Las tetonas y los tios cachas. El machismo, las chicas florero, los chistes ridículos y la zafiedad elevada a la máxima expresión. Desde una televisión pública, la española. Sí, la pagamos entre todos. Muy cara nos sale.

Para qué invertir en educación o sanidad, o en becas. Mejor pagamos un programa soez y asesino de neuronas.

Moreno, este señor que el siglo pasado era un ventrílocuo con mano en el culo de un pájaro, ahora la ha metido en la saca de los presupuestos generales. Otro muñeco desde Moncloa se la ha dejado meter.

Este tipo de programas ni entretienen, ni divierten, ni enseñan ni son aptos para toda la familia. Son mierda catódica y una vergüenza para los ciudadanos.

Exportamos cerebros y mano de obra, generaciones de españoles licenciados esperando poder vivir y ¿de qué se ocupa la televisión española?. De perpetuar la dictadura y la posguerra. El desprecio a las mujeres, la exaltación de la testosterona y mucha vergüenza ajena.

Cuál es la función de la televisión pública. Invertir su presupuesto en entretener, informar y formar. Debe ser una televisión que llegue a todos los sectores y se encargue de dar servicio a todos los grupos sociales y para todas las edades. Siempre desde la calidad. Desde el respeto.

Bien, y esto es lo que nos sirve esta televisión a las órdenes del presidente Rajoy: informativos sesgados y porquería casposa carísima la noche del sábado.

Ya hemos vivido eso. Se llamaba dictadura.