De Palma al cielo

La noticia de que la ciudad de Palma es considerada por "The Times" como el lugar más preciado para vivir del planeta, nos dejaba anonadados a muchos de sus ciudadanos y usuarios de la ciudad. Que decir tiene que nuestra isla y su gente esta acostumbrada desde los fenicios a ser invadida y visitada por toda la humanidad.

El hecho de que nuestra ciudad de Palma supere a ciudades como Toronto (mejor ciudad para los urbanitas), Auckland (la mejor ciudad marítima), Hoi An en Vietnam (mejor ciudad en cuanto a gastronomía) y Berlín (la mejor gran ciudad con un presupuesto ajustado), hace de nuestra urbe un modelo en su conjunto, y lo que les confirmo es que éste mérito es íntegro de los ciudadanos, empresarios y la gente de Palma y no de ningún programa político o promoción pagada, para mi actualmente lo más importante del asunto.

Esta lista se ha confeccionado mediante aportaciones de los especialistas de viajes del periódico, usando datos y estadísticas sobre el clima, entorno, calidad de vida y facilidad de “asimilación” de los ciudadanos británicos. Y me gusta que hayan sido ellos mismos los británicos los que nos hayan elegido, porque después del mamading y varios episodios alarmistas que parecían arrastrar el año pasado el turismo de nuestras islas a la pobreza, se ve que la cordura de estos agentes especializados en viajes que no se han intoxicado por las circunstancias y panorama actual de circo político, judicial y mediático hace que estemos de enhorabuena.

Sigue rezando la noticia de estos días, “La capital de las Islas Baleares cuenta con una pintoresca parte vieja, con playas a las que se puede llegar andando y con un clima excepcional”, ha dicho ‘The Times’.

Destaca también la conexión de la ciudad de Palma con la cultura británica, la fácil accesibilidad, la cultura gastronómica, las infraestructuras de la ciudad y el hecho de ser “la puerta de entrada a la bella, sofisticada y encantadora Mallorca”.

Pues eso, de Palma al cielo, vamos a ver si durante este camino a la nueva temporada de verano con posibles cambios políticos y de expectativas de mucho turismo para la ciudad de Palma y las islas, no se encapota el cielo y vemos los rayos de sol brillar.