EDITORIAL

Soria y la separación de poderes

Sábado 13 de diciembre de 2014
La separación de poderes es un pilar esencial en toda democracia. Esta doctrina dibujada por John Locke y acuñada por Montesquieu en su obra “Del Espíritu de las Leyes”, afirma que los tres grandes Poderes con que cuenta el Estado (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) han de ser independientes entre sí para un eficaz y correcto funcionamiento del Estado en cuestión.

A raíz de la votación el miércoles pasado en el Senado de una enmienda del PSOE en contra de las prospecciones de hidrocarburos en Baleares, Canarias  Costa del Sol, tres senadores por Baleares (Lorenzo Bosch, María Antonia Garau y José Sala) pertenecientes al Partido Popular rompieron la disciplina de voto y votaron a favor de la enmienda, aunque fue rechazada gracias a la mayoría absoluta que el PP ostenta en la Cámara alta. No fue la primera vez que estos senadores se apartaron de las instrucciones dadas por la dirección del Grupo Popular en el Senado. Ya en mayo dieron su apoyo a otra moción de los socialistas sobre el mismo asunto, siguiendo las instrucciones recibidas por el presidente José Ramón Bauzá.

En esta ocasión el subsecretario del Ministerio de Industria, Enrique Hernández Bento, ha acusado al presidente balear de “absoluta deslealtad e irresponsabilidad” y también de “estar engañando a los ciudadanos baleares” porque no se va a extraer petróleo ni gas, sino solo trabajos de investigación para conocer la composición geológica del subsuelo. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, afirmó que el PP tomará medidas contra los tres senadores de Baleares que se apartaron de la disciplina de voto del Grupo Popular. “Lo que no es normal  es que un senador del PP vote por una propuesta del PSOE”, afirmó Soria.

En democracia no es admisible que dos miembros del Poder Ejecutivo censuren la actitud de tres miembros del Poder Legislativo. El Grupo Popular en el Senado tiene sus propias normas de funcionamiento interno y si sus responsables consideran que deben sancionar a los senadores de Baleares, que lo hagan. Pero Soria y Hernández Bento no son quién para criticar el voto de los senadores. El PP de Baleares debe saber que hay sanciones que deben ser pagadas con gusto porque la pérdida será poca en comparación con la ganancia ante los ciudadanos que les votaron. Los políticos deben rendir cuentas no solo a las formaciones políticas que les nombraron candidatos, sino también y principalmente ante los ciudadanos que les otorgaron su confianza, algo que a menudo se olvida. El PP de Bauzá gana en credibilidad ante sus votantes (que no están en Madrid, recordémoslo) y desarbola las críticas de PSOE y Més que le acusan de sumisión al Gobierno central.

Noticias relacionadas