Pere Muñoz | Domingo 26 de octubre de 2014
La verdad es que los que escribimos artículos podemos estar aquejados de dos dolencias: tener demasiados temas sobre los que comentar, o no tener ninguno. Ambas situaciones son desaconsejables.
En las últimas semanas el problema es que son muchos los temas de actualidad que nos atañen y deberían interesarnos. Yo me volveré a inclinar por la Alcaldía de Palma y Mateu Isern.
Salvo los articulistas peperos confesos no hay nadie que entienda el por qué de la expulsión de Isern de la arena política. ¿Por qué no han querido a Isern, la persona que consiguió arrebatarle la Alcaldía a Aina Calvo? ¿Cuál ha sido el pecado cometido? ¿Cómo es posible que desde hace más de 20 años quien corta el bacalao en Palma continúe siendo José Maria Rodríguez?
Dicen que a Isern se lo cargaron por hacerle sombra a Bauzá, que al President le gustan más los súbditos que los colaboradores con criterio propio. No sé si es así, pero me parece gravísimo que un partido esté dispuesto a perder las elecciones antes que aceptar que alguien pueda anular la imagen del President. Además, nunca he tenido la sensación de que Isern anulase al President. Lo que sí ha pasado es que ha sido el mismo President el que se ha autoanualado. La ventaja de la oposición es que no necesita comprometer al President, ponerlo entre la espada y la pared. En multitud de ocasiones el propio Bauzá ha construido la pared, ha forjado la espada, y se ha colocado en medio. Bauza ha sido su propio enemigo, mucho más que lo que haya podido ser el despiadado Isern.
Por tanto, al final los celos y la obediencia al partido son los elementos que han puesto al Alcalde de Palma de patitas en la calle.
Y ahora llega una profunda conocedora de la realidad de Palma, Margarita Duran, habitante de Marratxí y, al parecer, denunciada en su día por una infracción urbanística. Duran es obediente y gracias a esa obediencia ahora es candidata a la Alcaldía de Palma. No lo olviden, lo importante es ser obediente. El resto (capacidades, conocimiento, experiencia…) no importa un pimiento.
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