OPINIÓN

NIHIL NOVUM SUB SOLE

Miquel Pascual Aguiló | Viernes 24 de octubre de 2014
El titulo es un proverbio con el que se manifiesta  que la originalidad es poco o nada común y que todo tiende a repetirse, imitarse o, directamente, copiarse. Podría pensarse que es una demostración de fastidio más o menos moderna, pero resulta que la  encontramos ya en la Biblia, Eclesiastés (1:9).

El pasado fin de semana tuvo lugar la llamada Asamblea Fundacional  de un partido que hasta ahora ha sido un tótum revolútum de oportunidades, voluntades, oportunismos y personas absolutamente honradas que ha cristalizado en una burbuja política que carece de programa en positivo y que ha empleado  hasta ahora la negación como su biblia  electoral.

A este maremágnum político se le han empezado a destapar muchos de los tópicos y de las  actuaciones “dejà vu”, malas copias de actividades de otros partidos, a pesar de lo cual, le han ayudado a obtener en las pasadas elecciones a diputados al Parlamento Europeo hasta 1.240.000 votos.

Basaron su estrategia en nombrar cómo casta a los partidos asentados, consolidados y en tres propuestas programáticas de choque: el impago de la deuda externa, el abono de una renta básica a todo español por el solo hecho de serlo y la jubilación a los sesenta años. ¡Cualquiera quiere esto!.

En este su primer congreso ya aparecen los mismos defectos que ellos mismos critican de los otros partidos. Así un sector de las bases ha acusado al líder de maniobrar para que el partido gire en torno a él, al modo de los partidos de la «casta» que tanto critica, al condicionar el proceso de votación de los documentos internos para asegurarse el liderazgo, denunciaron que a última hora del domingo, al acabar la asamblea ciudadana, se impulsó un cambio del reglamento, tras una reunión técnica, que obligaba a votar de forma conjunta todos los documentos sobre principios éticos, organizativos y políticos presentados por el equipo del líder carismático y mediático. Táctica muy parecida a la usada por el Politburó del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética que era elegido y estaba sujeto a la autoridad del Comité Central, aunque por mucho tiempo el verdadero órgano de poder era el pequeño grupo que componía esta oficina técnica directiva. Vaya antecedente.

Han dejado de prometer el oro y el moro al chocar con la dura realidad y han dado marcha atrás en sus medidas "estrella”. Según se desprende de las últimas palabras de uno de sus líderes técnicos, Juan Carlos Monedero, al manifestar que las propuestas como la renta universal o la rebaja de la edad de jubilación a los 60 años podrían no tener encaje en la realidad española y asegurar, "no es no pagar la deuda", sino impulsar "un proceso de reestructuración ordenada", aquí está el matiz. Toda la culpa es de los otros por no entenderlos, como hacen los otros partidos. O sea “donde dije digo digo diego”. Y tonto tú por no entenderlo.

Negaron hasta la saciedad que no existía ni la derecha ni la izquierda, ahora quieren ganar el centro político, “la centralidad del tablero político” le llaman, como han hecho antes tanto el PP, como el PSOE en España o hasta Barak Obama en EE.UU. quién luchó en las últimas elecciones, que ganó, por ocupar el centro que el Partido Republicano había abandonado forzado por el Tea Party. Si niegan que exista la izquierda y la derecha, ¿Cómo es que buscan el centro?, ¿Qué buscan en el centro?, ¿Perpetuarse en el abrevadero público?.

La estética, en el vestir, del líder carismático, mediático, inamovible, imprescindible, con camisa arremangada de obrero, recuerda aquella antigua estética del PSOE siempre con las americanas de pana. ¡Muy poco original!.

El líder, en el trascurso del congreso, exigió a sus contrincantes que se echaran a un lado si su modelo no resultaba elegido y amenazó con hacer eso en caso de perder. Defiende un liderazgo claro, centrado en una sola persona. En él mismo. Lo que muchos militantes entendieron con un chantaje emocional. Este amago de dimisión del líder se asemeja demasiado al desplante de Felipe Gonzalez, que renunció a la  Secretaria General, durante el transcurso del 28ª Congreso del PSOE, en mayo de 1.979, para quitar el marxismo de los estatutos del partido. ¡Las copias a la mitad de precio!.

"Yo no soy imprescindible. Si la mayoría de la gente dice que hay que organizarse de otra manera, no soy militante ni macho alfa", aseguró. "Me pongo a las órdenes de quien haya demostrado que cuenta con el apoyo de la mayoría". A estas frases del líder carismático se le puede aplicar aquello  “Excusatio non petita, accusatio manifesta”, porque nadie le había dicho que fuera imprescindible ni macho alfa, por lo que concluimos que se siente imprescindible y macho alfa.

Lo dicho, nada nuevo bajo el sol, como no sea otro desgarrón en el seno de la izquierda política de nuestro País, que con lo disgregada que está, esta aparición sólo servirá para que se eternice el Partido Popular en el poder y el pueblo en la más absoluta, completa y desgraciada miseria.

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