Miguel Ángel Ariza | Jueves 16 de octubre de 2014
El alcalde de Palma dijo la semana pasada que se daba unos días para decidir y anunciar si optará a ser elegido o no candidato del Partido Popular a la alcaldía de Palma. Y esa es una decisión que puede tomar él libremente, ya que como cualquier persona puede presentarse y esperar a la decisión de la Junta Territorial de Palma. Es, de hecho, la única decisión que empieza y termina en él mismo.
Lo interesante es que, además, si optara finalmente a candidato, explicara también para qué. Con qué intención. Que explicara qué defiende y por qué está dispuesto a luchar. Porque en esta legislatura a lo que se ha dedicado es a ponerse a buen cobijo –mediático también- mientras a otros le caían chuzos de punta por cumplir con el programa electoral del Partido Popular. Con aciertos y desaciertos, pero siempre con la intención de cumplir. El trilingüismo era un compromiso. Acabar con el despilfarro también, y esos recortes han dejado a muchos desamparados, acostumbrados a la sopa boba y pública. El cumplimiento del déficit es muy bueno para sanear la economía, pero es muy caro en términos de imagen. Y Bauzá sí se ha atrevido. Su posicionamiento siempre ha sido claro. Hasta rotundo a veces. Se le puede acusar de todo lo que se quiera, pero tiene la identidad política bien definida.
Isern, sin embargo, ha operado como el más representativo de la vieja política. A la vez que repetía hasta con insistencia lo de la nueva política, la otra forma de hacer política de la que antes hablaba el mismo Bauzá, se ha dedicado a seguir uno por uno los dictados del viejo régimen. Lo hago si es bueno para mi imagen. Si no es bueno para mi imagen, no decido nada. Y si hay un conflicto, a resguardo. Ya diré algo cuando no haya conflicto. Como abogado se ha aplicado a su acción de alcalde eso de que todo lo que haga o decida podrá ser usado en su contra. Mientras tanto, paseos por la flor y nata y peaje obligado cada cierto tiempo para darse la pátina de humildad en Son Gotleu. Y si hay que tocar la zambomba, se toca. A este paso si repite será el más y mejor heredero de la Obregón y su posado veraniego.
La política debe ser algo más que la gestión de una imagen. Por eso, insisto, sería bueno que Isern dijera para qué. Si es de verdad o puro postureo, palabra muy de moda últimamente. Si en caso de presentarse lo hará con la intención de empezar a tomar decisiones o si será de nuevo para seguir el paseo por las nubes.
Hay temas fundamentales para el desarrollo socio económico de la capital que están dormidos desde hace meses. Quedan en la sombra, a la espera de órdenes concretas y precisas que los hagan avanzar o los anulen para siempre. La persona responsable de esta desidia municipal no es otro que el propio alcalde Mateo Isern.
Desde hace meses Isern no hace más que pastelear, sí, no se posiciona, no dice si va o si viene. Su cobardía y ganas de figurar le impiden tomar una decisión y asumir sus consecuencias. No es ningún secreto que las relaciones entre Isern y el presidente del PP, José Ramón Bauzá, no gozan de buena salud sino más bien al contrario. Bauzá ha dejado claro un par de veces ya que Isern no es su candidato para la alcaldía de Cort en las próximas elecciones.
Y ante una acción suele haber una reacción, pero en el caso de Isern la reacción brilla por su ausencia. Opta por seguir navegando entre los grises, no dice ni blanco ni negro. Y mientras, la ciudad sigue paralizada indefinidamente. El no saber qué hacer con su futuro político del alcalde Isern está condenando la ciudad de Palma y todos sus vecinos a no seguir el progreso natural que le correspondería.
A dos meses y medio para finales de año aún no se sabe nada de los presupuestos municipales. La famosa Smart City en que se había de convertir Palma, sigue también a la espera. Muchos de estos temas requieren de la colaboración entre el propio ayuntamiento y otras entidades como el Gobierno de las Islas.
Pero
la falta de definición del alcalde Isern no viene de ahora, y sé que con este artículo me ganaré muchos “enemigos”, pero es lo que hay y alguien tiene que decirlo. Ya en el mes de junio, en una entrevista en el programa Tot 4 de Canal 4 Televisió Isern respondió con evasivas a si se volvería presentar o no a las próximas elecciones municipales.
Desde entonces nada ha cambiado, y de eso ha pasado un año Mateo…
Pero los problemas de Palma son otros, y este “culebrón” por usar sus propios términos debe acabar cuanto antes. Son un buen número de proyectos que siguen pendientes de impulsar, son los robos y la inseguridad de determinadas barriadas, son vecinos desahuciados que no reciben la atención que requieren, ¿sigo? ¿No verdad? Usted y su aura de ángel bueno, que le envuelve, gracias a la connivencia de según qué medios de comunicación, que lo que les interesa es “joder” sí o sí al Presidente Bauzá, va paseándose por las barriadas una vez al mes para que le vean su cara de cordero discriminado de la manada, y no es así.
Sr. Isern los medios no se utilizan filtrando noticias, por y para su conveniencia, los medios se utilizan (no me gusta esta manera de definir, pero sé que le encanta) para vender cosas buenas que un alcalde tenga para su pueblo o en este caso la capital de Baleares, y ha convertido esto en un “Sálvame Delux a la Mallorquina” que al principio sí tenía su morbo, que hasta yo pensé pobret meu, pero ha llegado ya un momento en que, o hablamos claro o nos aburre, cada día la misma historia, es peor esto ya que el divorcio de Amador Mohedano con Rosa de Benito. Por cierto que mona se ha puesta la ex peluquera de la Jurado, la más grande…. Ups que pensar en la Jurado a mí me desconcentra, a lo que iba.
¿Cómo es posible que una sola persona, y sólo amparada por su egocentrismo se permita tener toda una capital paralizada?
Señor Isern, sea valiente: dé un paso adelante y asuma liderar y luchar por su proyecto político y social o, por el contrario, retírese y quítese de en medio. Deje paso a quienes sí queremos continuar avanzando.
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