matricida
La exnovia del joven acusado de matar a su madre en Palma el 28 de febrero de 2013 ha contado hoy en el juicio por asesinato que se celebra en la Audiencia de palma varios episodios de malos tratos sufridos tanto por la mujer como por ella misma, incluso estando embarazada.
La chica, que ha declarado como testigo en la segunda jornada del juicio, ha contado que vivió durante unos días en casa de su exnovio y en ese tiempo, en una ocasión él le clavó unas tijeras en un brazo y que otra vez, estando embarazada de cuatro meses y medio, la dejó inconsciente cuando intentó proteger a la madre de una agresión.
"Le dio un puñetazo a ella, yo al ver eso me sobresalté y le empujé. Ella se tocaba la cara, empujé a Antonio y el me empezó a dar puñetazos, con la mala suerte de que me di un golpe en la cabeza con la cama. Marialuisa al verlo sacó a Antonio de la casa y entró corriendo al cuarto con gasas para quitarme la sangre y echarme agua", ha relatado la joven, que tardó un rato en recuperar la consciencia.
También ha contado que estuvo presente en agresiones de su exnovio a su madre. "Cuando discutían, muchas veces él le pegaba delante de mi. En una ocasión le tiró un bote de leche condensada a la cabeza", ha asegurado. Otra vez tenía hora para hacerse una mamografía pero "no pudo ir porque tenía un moratón encima del pecho y tuvo que cambiar la cita".
"Me dijo que su hijo era malo desde pequeño, que era un monstruo con ella, que una madre no tenía que aguantar eso. La maltrataba psicológicamente y físicamente", ha añadido sobre la víctima.
Durante la segunda jornada del juicio también han prestado declaración ante el tribunal del jurado dos hermanas de la mujer asesinada que han coincidido en que la fallecida tenia miedo de su hijo y de su marido y "estaba horrorizada".
Han relatado que su hermana no tenía dinero porque su marido administraba su única cuenta bancaria y tenía que "mendigarle". Además trabajó haciendo labores de costura a las vecinas para poder comprarse ropa.
La víctima se planteó denunciar su situación y realizó una consulta en el Instituto de la Mujer de Zaragoza pero se echó atrás. "Dijo que tenía terror porque su marido tenía mucho poder y la iban a encontrar" ha detallado una de sus hermanas.
El abogado que la atendió ese día ha testificado que la vio "agobiada, muy consumida y un poco desbordada".
Una amiga íntima de la fallecida también la animó a separarse de su marido porque "ella se sentía desamparada por un maltrato que era psicológico, hasta llegar a anularla".
Las dos hermanas ha contado un episodio ocurrido cuando el hijo todavía era pequeño, en el que el marido sacó una navaja de afeitar. "La abrió y le dijo 'esperemos que no la tengamos que emplear nunca'", ha contado su hermana Marina al tribunal.
Una de las vecinas de la familia ha asegurado que Marialuisa "tenía verdadero pánico al padre y al hijo", así que ella se ofreció para ir a la policía a denunciar los malos tratos.
"Me dijo que no quería decir nada a nadie. 'Me matarán, si saben que yo he hablado, me matarán', me dijo. Le pregunté si quería que fuera yo y me dijo, que no: 'Si vas tu, será tu palabra contra la mía'".
Un policía ha explicado la declaración que hizo ante él la hermana pequeña y confidente de la fallecida, Rocío, al día siguiente del asesinato: "Sus primeras palabras fueron que lo que había sucedido durante toda la vida de la fallecida era un auténtico calvario, una mujer sometida totalmente y que estaba bajo el terror". "Nunca había visto nada tan espeluznante", ha dicho el agente sobre el relato que hizo la hermana.
Contó al policía que el chico agredió a su madre en su presencia, empujándola por unas escaleras. Cuando la hermana le recriminó esa acción, el chico amenazó a su madre. "Le dijo 'cuando lleguemos a Palma te vas a enterar', y al parecer al llegar a Palma le dio un palizón", ha dicho el agente.
Los forenses que realizaron la autopsia al cadáver han explicado al tribunal que la mujer sufrió una agresión prolongada en el tiempo y que murió de un traumatismo craneoencefálico ocasionado principalmente por tres golpes muy fuertes en la cabeza con un objeto contundente y por asfixia mecánica, al ser estrangulada.
Han detallado que la mujer recibió hasta nueve golpes en la cabeza, tres de ellos cuando ya estaba en el suelo y con el agresor encima de ella, propinados mediante "una acción muy fuerte" que incluso despegó la piel del cuero cabelludo. Presentaba también varias heridas por golpes en la boca y heridas defensivas en un codo y una mano.
Unos peritos de la defensa del marido de la fallecida han explicado que hicieron pruebas de sonido en la vivienda y detectaron que desde el dormitorio del hombre no se oyen posibles gritos y golpes producidos en el recibidor de la casa, donde la mujer fue asesinada. La defensa alega que el hombre dormía mientras su esposa fue asesinada.
Dos psicólogas que le examinaron, han asegurado que el rasgo más característico de la personalidad del marido es su autocontrol y la adhesión estricta a las normas sociales.