OPINIÓN

Consulta catalana y ébola

Joana Maria Borrás | Martes 14 de octubre de 2014
Hoy me había propuesto no hablar de la consulta catalana, ni del ébola, ni de política, pero cualquier intento de saltarse el guión deviene inútil cuando las novedades referidas a estas cuestiones se acumulan a trompicones. Por eso, dejaré caer unas cuantas reflexiones sobre todo ello y que cada cual piense lo que quiera.

En primer lugar para destacar la inteligencia de Mas y de sus asesores a la hora de cambiar el planteamiento inicial y decidir emprender batalla legal utilizando los mismos instrumentos que el Gobierno central: el derecho positivo, amparándose en los vacíos legales, y en la posibilidad de interpretación de la norma con diferentes matices.

En segundo lugar, para reiterar mi condena y oposición a la judicialización de la actividad política y en especial a la utilización maniquea de las normas para conseguir imputaciones penales de los políticos, sean del partido que sean. Desde una visión de puro sentido común y practicidad, no es conveniente para ningún político, utilizar hoy, medios o instrumentos que pueden volverse en su contra en un futuro.

Y, en tercer lugar, para solicitar la dimisión de todos aquellos que solicitan dimisiones derivadas de las actuaciones en el asunto del contagio por ébola. Ante una situación de tanta gravedad solo cabe el consenso, la coordinación, la ayuda mutua, la excelencia en la gestión de la crisis humanitaria, y esa excelencia pasa por obviar banderas, siglas de partidos políticos, fronteras y autonomías, pasa por consensuar actuaciones hospitalarias sean públicas o privadas, y pasa por pensar en términos de globalidad ahora más que nunca.

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