OPINIÓN

La herida Son Espases

Joan riera | Miércoles 08 de octubre de 2014
La izquierda balear ha acabado herida las dos legislaturas en que ha gobernado por haber asumido y hecho suyas iniciativas del PP. En el cuatrienio 1999-2003 Antich y su Govern no tuvieron otra idea que desenterrar una vieja idea de Gabriel Cañellas y estructuraron, aprobaron y pusieron en marcha la polémica y espinosa ecotasa, enfrentándose al sector hotelero. Perdieron el poder en 2003 básicamente por aquel desaguisado y cedieron el poder, una vez más, a Jaume Matas. Pero no aprendieron. Siempre tropiezan en la misma piedra de la torpeza cuando pretenden imitar al PP.

Matas pisó moqueta y puso Mallorca patas arriba. En Palma ideó un palau de congressos en primera línea y un megahospital de más de 600 millones justo detrás de la ciudad, determinando la Palma del futuro. La izquierda se opuso con vehemencia. Socialistas y econacionalistas se desgañitaron en los aledaños del monasterio de la Real contra el ultramegahospital. Desgastaron a Matas, que volvió a perder el 2007 y emprendió el camino de Oregón.

Pero otra vez llegaron los tiempos de la piedra de la torpeza, del no cumplir cuando se gobierna lo que se promete cuando se está en la oposición. El Govern Antich anunció que construía el hospital en el mismo sitio, respetando el polémico concurso de concesión aprobado por Matas y su Govern. Encima, se comprometieron a efectuar una inversión suplementaria de 60 millones de euros. Para más inri, la alcaldesa Calvo impulsó la construcción del Palau de Congressos de Matas, con la diferencia de que éste lo había organizado para que fuese la iniciativa privada la que pagase el grueso de la inversión y Calvo tiró de dinero público en plena crisis hasta que se quedó sin un céntimo. Dejó el baúl de la familia Gozzila sin terminar...Y ahí sigue.

Pero las contradicciones de la izquierda no acaban ahí. Ahora los antiguos aliados en el Govern, PSIB y Més,  andan peleados porque los econacionalistas han impulsado una comisión de investigación de Son Espases con el PP gozando de mayoría absoluta. Otro absurdo. Otra piedra en el camino. El resultado es que esta comisión estará controlada por los populares, dispuestos a hacer cantar La Traviata a los socialistas. Harán desfilar a Francesc Antich, a Francina Armengol (por el puente de 280 metros), al exconseller de Salut Vicenç Thomàs y a sus más destacados exaltos cargos.

Entre estos exaltos cargos, el PP tiene en el punto de mira a un par. Sobre todo al exdirector general Josep Pomar, que se fue a trabajar a un hospital de Andalucía tras pasar por los Pirineos. Los peperos afirman que han visto "cosas raras" en Son Espases. Lo que empezó con manifestaciones contra el hospital puede terminar con la izquierda prensada por haberlo construido. Parece surrealista, pero es cierto: la izquierda echó al PP del poder por Son Espases; cuando llegó al poder construyó Son Espases, y ahora es el PP quien les tiene contra las cuerdas por megahospitaleros.

Ni en la celebérrima narración Alicia en el País de las Maravillas se llega a tal grado de absurdo. Eso les pasa por convertirse en sucedáneos de peperos cuando tocan poder. Quien pierde las raíces pierde identidad.

 

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas