EDITORIAL

Hacia una nueva estructura económica

Lunes 23 de junio de 2014
La reunión mantenida este lunes por José Ramón Bauzá con la presidenta de CAEB, Carmen Planas, ha tenido  como consecuencia la plasmación de una interesante y grata iniciativa por parte del inquilino del Consolat. Bauzá trabaja en la articulación de una iniciativa estratégica tendente a buscar la transformación de la estructura económica de Balears. Intenta dar una vuelta a la tuerca del monocultivo turístico pensando en la diversificación del tejido productivo.

Bauzá se lo ha dejado claro a la actual líder de los empresarios, Apuesta por la competitividad, la creatividad y la innovación.Piensa, con razón, que ahí está el futuro de Balears: segmentos empresariales nuevos e imaginativos avanzando en paralelo a la industria turística, complementario cuando sea necesario y puntero y diversificado cuando se abran nuevas posibilidades y horizontes.

Es imprescindible que el Govern dé forma a este plan y anime en todo lo posible a los emprendedores o a los jóvenes que decidan seguir este camino de futuro. Lo más importante es que el Govern sepa fomentar la nueva estrategia con ideas imaginativas y aportando su conocimiento de la realidad europea en su conjunto para que los empresarios tengan una visión clara del mercado en el que han decidido operar.

Otro factor fundamental es el fomento y potenciación de las marcas baleares. Cada subsector productivo con empuje, sea de la piel y el calzado, sea del sector agroalimentario o esté ligado a la innovación inherente a las nuevas tecnologías, debería contar con marcas distintivas propias fomentadas desde el propio autogobierno desde la perspectiva de la búsqueda de la calidad. Estos distintivos de superación cualitativa tendrían que ser muy útiles de cara a la proyección exterior de la producción balear.

Bauzá está teniendo indudables aciertos en su política económica. Lo demuestra el hecho de que el Archipiélago sea puntero en la salida de la crisis económica. Además, en su entrevista con Carmen Planas ha dado pruebas de su capacidad de dialogo y de su interés por poner sobre la mesa proyectos de innegable visión de futuro.

Por eso sorprende que tal capacidad de asunción de la realidad balear para mejorarla y hacerla más fuerte, tal interés razonado y analizado para reconducir el camino del desarrollo sostenible, no se corresponda con la falta de negociación del presidente con el sector educativo. En el siglo XXI no hay apuesta segura de avance económico si no va acompañada de una convergencia de miras y de objetivos con el sector docente, sostén técnico de la primera inversión de una comunidad puntera: la educación.

Si Bauzá conjugase sus excelentes e indiscutibles apuestas y estrategias en política económica con una línea de tacto y de respeto con el tejido profesoral, Balears avanzaría mucho más en ilusión emprendedora, diálogo social y empuje productivo. Innovación, en el siglo XXI, significa, ante todo, suma de inteligencias para que una sociedad fuerte dé lo mejor de sí misma, tanto en las oficinas como en las escuelas, tanto en los talleres como en los claustros.

Economía es, en esencia, confianza. Y la confianza es hija de la formación, la tolerancia y el respeto. Economía es fe en la gente, comenzando por los más jóvenes y comprendiendo a sus maestros.

Bauzá ve clarísimo el camino de la recuperación. Su capacidad de ofrecer iniciativas a CAEB es magnífica. Pero tiene que saber encauzar el problema educativo. Sin aulas no hay desarrollo.

 

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