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El secretario general del PSOE,
Alfredo Pérez Rubalcaba, ha hecho saber a la dirección del PSIB que no quiere
"sorpresas" y que todos sus parlamentarios, tanto en el Congreso como en el Senado, han de votar obligatoriamente a favor de la ley que permitirá
la proclamación de Felipe VI. Como se sabe, los diputados baleares
Guillem García Gasulla y
Pablo Martín, de convicciones republicanas, se han mostrado remolones, sobre todo el primero. También se sabe que diputados de otras autonomías se encuentran en la misma tesitura.
No obstante, fuentes del PSIB afirman que el secretario general
no quiere veleidades de ningún tipo. Los mensajes que llegan desde Madrid indican que "desde la transición el PSOE ha sido un elemento de cohesión entre las dos Españas y un factor de equilibrio social. Esta coherencia debe demostrarse consiguiendo que no haya ningún problema en el nombramiento del nuevo jefe del Estado, hecho que dará estabilidad a España".
En la práctica, esta indicación supone un
férreo llamamiento a cerrar filas junto a Felipe VI en estos momentos. Hay que tener también en cuenta que según los estatutos del PSOE el Grupo Parlamentario puede funcionar de manera absolutamente autónoma del partido, por lo que a las indicaciones de disciplina que han llegado a Palma habrá que unir las que se darán al propio Grupo de cara a la votación del próximo día 11 en el Congreso.