Sábado 24 de mayo de 2014
La lucha contra la piratería en el sector ha llevado a los taxistas que operan en Son Sant Joan a protagonizar tensas acciones de protesta que han motivado el despliegue de importantes dotaciones policiales.
Una vez más, la llegada de la temporada alta turística convierte al aeropuerto de Palma en campo de confrontación. Son Sant Joan es una importante fuente de trabajo y de ingresos para el sufrido sector del taxi, que padece la crisis como el resto de ciudadanos. Estos profesionales esperan la llegada de los turistas y viajeros como agua de mayo. Es muy importante que la recogida de viajeros en el aeropuerto se regule y se vigile. De lo contrario, los momentos de tensión llevan camino de reproducirse durante todo el verano. Y la imagen de inestabilidad en lo que es la puerta de entrada y de salida de los clientes de Mallorca volverá a debilitarse.
Son Sant Joan es lo primero y lo último que ven los turistas. Es una de las impresiones más importantes que se llevan a sus países de origen como recuerdo de todo el año. No es bueno que vean tanta crispación, tantos profesionales indignados y tanto despliegue policial. Es muy importante que tanto la Delegación del Gobierno como el Ayuntamiento aporten soluciones convincentes lo antes posible.
Los taxistas son un colectivo muy importante, tanto por su número como por su actividad, siempre en contacto con los ciudadanos. Es necesario llegar a soluciones para que no continue la crispación. El respeto a la ley y a las normas cívicas de conducta han de volver al aeropuerto. Po el bien de todos, que impere el diálogo, los acuerdos y la convivencia social.
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