Marc González, candidato ideal del Pi en Palma

El Pi es un partido muy joven que aún tiene que pasar la prueba de su paso por las urnas. Necesita presentarse con todas las garantías. Se juega mucho. Tiene serias posibilidades de convertirse en bisagra de la política balear. El reciente giro del PP hacia "lo nostro" es la prueba más palpable del interés de este partido por ocupar el espacio del centro regionalista. Es en este contexto que no acaba de comprenderse que el partido que preside Jaume Font todavía le esté dando vueltas a quien ha de ser su candidato a alcalde de Palma. Tienen a la persona ideal en Marc González, joven abogado proviniente  de la antigua Convergència per les Illes que tiene a su favor no sólo su capacidad política y el ser una persona conocida, sino que tiene detrás una sólida estructura política, sin cuyo concurso será imposible que pudiese aspirar a superar el 5% de los sufragios en Palma, desde siempre el campo más difícil para el centro regionalista.

Son difíciles de comprender estas dudas de Font, cuando otros importantes miembros de su partido tienen perfectamente claro que González es la opción más adecuada de presente y de futuro. Se trata de una persona de mentalidad abierta, por un lado perfecto conocedor de lo que significa la disciplina de partido pero por el otro inteligente negociador capaz de obtener los mejores resultados posibles tanto para su formación como para sus votantes.

Es una lástima que esta ratificación no llegue. Si el Pi pudiese elegir entre diferentes opciones igualmente atractivas, sería comprensible. Pero no es así. González no tiene hoy por hoy adversario dentro de una perspectiva de cartel electoral dentro del centro regionalista. Y Palma es muy grande. No basta, ni mucho menos con un candidato de último momento. Hay que ganarse apoyos en muchas barriadas y que la voz del candidato llegue a decenas y decenas de miles de personas. Es una tarea ingente. El candidato del Pi en Palma ya debería llevar meses trabajando con intensidad. La decisión final está en manos de Jaume Font, que debe tener muy presente que Palma es fundamental, también desde una perpectiva autonómica. Y a eso lo saben en todas las Balears.