Jueves 10 de abril de 2014
No hay mejor noticia para Balears que el crecimiento de la confianza empresarial, que se ha incrementado un 10,3 por ciento y mira con optimismo este segundo trimestre del 2014. Esta es la auténtica constatación de la superación de la crisis. Las cifras macroeconómicas procedentes de las instituciones pueden alegrar más o menos, constituyen el primer gran indicio de que se sale del túnel. Pero el florecimiento de la alegría se produce cuando este optimismo llega a las empresas y al tejido social en su conjunto. Eso es lo que está pasando ahora mismo en Balears. Se ha superado con dignidad el duro invierno y llega una temporada alta turística esplendorosa. Todo apunta a un crecimiento del empleo y a un mayor afán inversor. Ojalá que la negociación del convenio de Hostelería esté a la altura de las circunstancias y los nubarrones de amenazas de huelga no enturbien este optimismo.
En esta hora del regreso de la luz al tejido productivo cabe felicitar al Govern Balear por haber sabido mantener el rumbo correcto en unos años durísimos y pésimos para la ciudadanía. Pero Bauzá no debe bajar la guardia. Es lógico que recoja los frutos de este éxito que puede ir dejando atrás la austeridad poco a poco. Mas ahora le llega el momento de plantar cara ante Madrid con la mayor firmeza posible para reclamar la mejor de las financiaciones autonómicas posible. Eso permitirá canalizar la recuperación con mucho mayor vigor.
A su vez, confianza empresarial es sinónimo de que llega el relanzamiento del consumo. Este será el factor determinante de la salida de la crisis. Será cruzar la línea de no retorno a los tiempos aciagos. Pero para conseguirlo es necesario que el actual clima siga creciendo hasta convertirse en imparable.
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