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Los trabajadores de SFM darán un salto cualitativo en sus funciones y responsabilidades con la nueva
Llei de Transports i Mobilitat de Balears. Según ha podido saber
mallorcadiario.com, el personal de las empresas ferroviarias, debidamente habilitado, "realizará funciones de control en relación a la correcta utilización del servicio por parte de los usuarios, ostentando, en este caso, la condición de autoridad pública", tal y como reza el texto elaborado desde
la Conselleria de Agricultura, Medi Ambient i Territori.Esto significa que si algún usuario ofrece resistencia, atenta contra otros usuarios e infraestructuras o desacata una orden -de obra o de palabra-, se les podrá exigir su identificación y mantener retenidos hasta que llegue la Policía.
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Con todo ello, se persigue garantizar la seguridad en el tráfico, la conservación de las infraestructuras y las instalaciones de cualquier clase.
Un ejemplo actual, que cuesta mucho dinero a las arcas públicas -más de 100.000 euros en 2013 en limpieza- son las pintadas y graffitis que algunos jóvenes se dedican a estampar en los vagones de los trenes de la red mallorquina. Tantos y con tanta frecuencia que SFM se ha visto obligado recientemente a colocar bandas de vinilo para que, en caso de recibir pintadas, sólo haya que retirarlas y no limpiar y pintar el vagón entero. Pues bien, con esta nueva normativa, los trabajadores de la empresa tendrán la potestad de actuar como un policía. Un interventor, por ejemplo, que presencie la acción de los vándalos, podría automáticamente dejarlos retenidos.