Sábado 29 de marzo de 2014
El juez instructor José Castro ha de decidir muy pronto si mantiene la imputación de la infanta Cristina y propone que se siente en el banquillo por el caso Nóos. En cualquier caso no será una decisión definitiva ya que será la Audiencia, que ya desimputó anteriormente a la hija del Rey de otros indicios de delito, quien decida si irá a juicio.
La postura de Castro es muy compleja. Si excluimos las acusaciones populares, está solo. Ni acusa Fiscalía, ni la Abogacía del Estado, ni la Abogacía de la Comunitat Autònoma, que es la más perjudicada por el dinero autonómico que pasó a manos de Urdangarin y Torres. Castro ya no puede mantenerse más tiempo contra el viento. Las posibilidades que tiene de sentar ante un tribunal a la infanta son prácticamente nulas.
Ante esta tesitura y viendo como se comporta todo el entramado jurídico que actúa en el caso Nóos, la postura más inteligente de Castro es decidir la desimputación de motu propio antes de que lo hagan otros. Lejos de constituir un fracaso para este magistrado, en realidad es la guinda de su instrucción. Hace unos años hubiera resultado impensable sentar en el banquillo a un yerno del Rey. Ahora todos los condicionantes hacen inevitable este hecho, que está perfectamente asumido por el conjunto de la sociedad española, incluidas las más altas instancias del Estado.
La declaración de Cristina de Borbón no deja lugar a dudas: delegó toda la responsabilidad de las decisiones de Nóos y Aizoon en su marido. Todo lo hacían Iñaki y su socio Diego Torres. Pocas veces en la historia procesal, y sin que medie animadversión entre ambos, ha quedado tan retratado un marido por la declaración de su esposa. Pocas veces la razón ha pesado de forma tan poderosa sobre los sentimientos cuando un matrimonio se ha tenido que enfrentar a responsabilidades ante la Justicia.
Por eso Castro tiene todos los ingredientes sobre su mesa de trabajo para redactar un auto de gran contundencia que desimpute a Cristina y dé a la par al asunto la máxima relevancia, trascendencia y ejemplaridad dejando retratado a Urdangarin. La declaración de Cristina deja a Iñaki a los pies de los caballos. Pero eso pasa porque el instructor no continúe remando a contracorriente. Es la clave para éxito de la instrucción del caso Nóos.
TEMAS RELACIONADOS:
Noticias relacionadas