EDITORIAL

El turno de Munar

Jueves 27 de marzo de 2014
La contundente defensa de Maria Antònia Munar por parte de su abogado, José Antonio Choclán en el Tribunal Supremo ha llegado hasta el punto culminante de pedir la nulidad del juicio celebrado en la Audiencia de Palma en el que la expresidenta de Mallorca fue condenada a seis años de cárcel, al advertir elementos de parcialidad en el tribunal. Tal y como quedo claro en Madrid en la vista del recurso de casación, contra la expresidenta no existe ni la más mínima prueba de que se quedase dinero de este concurso de adjudicación de un solar. Lo único que ha pesado en contra de ella son testimonios de arrepentidos que han pactado con Fiscalia Anticorrupción  para ver ellos rebajadas sus penas. Como es harto sabido, el Supremo exige una prueba objetiva y fehaciente para validar los arrepentimientos para llegar a una decisión condenatoria. Sin embargo, el tribunal de Palma estimo prácticamente punto por punto las peticiones de Fiscalia basades en estos arrepentidos.
Lo cierto es que el ambiente en que se desarrollaron las dos condenas a la expresidenta de Mallorca pasa ahora a ser analizado en el Supremo. Es el turno de Munar, de su circunstancia personal ante un proceso penal. La propia Audiencia llegó a calificar de negro el futuro procesal de Munar. Es la más clara prueba del clima adverso en que se desarrollaba la fase decisiva en la isla de su presencia en los tribunales.Un contexto político de animadversión hacia la expresidenta ha podido influir mucho en la Justicia y pesar sobremanera en su ingreso en prisión. Las decisiones institucionales de Munar escocieron mucho en su momento a sectores políticos y empresariales de fuera de su partido. La mayor prueba es la protección del edificio de Gesa, que permitió salvaguardar una parte de la Fachada Marítima. El gran perjudicado fue el constructor Núñez y Navarro, que presentó la querella por el asunto de Can Domenge tras ofecer temerariamente sesenta millones de euros por un solar en concurso público que al final se ha vendido po siete millones. El objetivo de Núñez, hoy condenado por sobornar a funcionarios de Hacienda no era Can Domenge, era volar la cúpula del Consell.Junto a ello, Munar, ya enferma, había indicado en aquellos tiempos a sus más directos colaboradores que pensaba dejar la primera línea política. Sin querer, desató la tormenta interna en UM, en la que participaron sobre todo Nadal y Vicens.En plena batalla mediática, se generó un  ambiente de prejuicios contra Munar. Fue "prejuzgada" y la condena llegó sin prueba, según su defensa. Este es el espíritu de la petición de Choclán al Supremo. Quiere la declaración de nulidad del juicio, plagado de inquinas y desarrollado en un ambiente en el que todo confluía contra quien había sido presidenta de Mallorca durante doce años y clave para decidir la gobernabilidad del Archipiélago. Por eso ahora es el turno de Munar, de separar la paja política del grano estrictamente penal, ahora precisamente que la distancia pone a todos en su lugar y se apaga el apasionamiento coyuntural de aquella época tan crispada y difícil. El problema es que por medio hay un juicio que casa más con el clima que con los hechos. El Supremo debe aplicar justicia, no escarmiento.

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