OPINIÓN

Poca castidad

Francesca Jaume | Martes 11 de marzo de 2014

“Cada día nace un tonto, sólo hace falta encontrarlo”


No lo digo yo, lo dijo Joan March.

Uno de los efectos perniciosos de la globalización es que todo hijo de vecino piensa que puede hacer cualquier cosa y conseguir fama y éxito. Como la pintura puede ser abstracta, podemos armar un cuatro a base de vertidos y manotazos; como la música es sentimiento, podemos subir a un escenario y desafinar a lo Bustamante en sus mejores tiempos de OT; y como el estilo es relativo, podemos abrir un blog de concept stylelife e intentar que las marcas nos colmen de regalos. Y no se atreven con ejercer de médico, abogado o entrenador porque se precisa título y colegiación.

Cualquiera puede responderme que la comunidad es sabia y sabe discernir lo fetén de lo farsante, sin embargo, las cifras están allí, y es un hecho incontestable que estas últimas semanas en las redes sociales arrasan unas devotas, castas y nada pretenciosas hermanas que cantan lo que se ha venido a denominar ‘pop católico’. Aún careciendo de ansias crematísticas, han conseguido notoriedad. Sus videoclips contienen salmodias dolorosas -visuales y auditivas-… pero muy populares.

Me comentaba una persona muy cultivada en temas de arte que se debe de desconfiar de aquel pintor incapaz de realizar un retrato realista. Comparto esta idea. Sin embargo, llevado a la máxima expresión, ¿No borraríamos del mapa al 95% de la comunidad artística? ¿Sería bueno llegar a este nivel de exigencia?¿Debemos exigir a Miley Cyrus que en su próxima actuación cante el Alleluja de Mozart o basta que reitere su habitual y lascivo show?

Considero que el límite ha de ser la honradez del artista hacia el público. Si ofrece calidad, puede exigir una recompensa acorde. Si ofrece porquería, es una desfachatez pedir mucho a cambio.

Ejemplos como el de Paco de Lucía, que consiguió encandilar a masas con su música -y un doctorado Honoris Causa- sin saber una nota de solfeo, no deben de servir para contentar a aquel que quiere llegar al éxito y reconocimiento por la vía de la deshonestidad. Como dijo Abraham Lincoln, “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo."

Corolario: Se puede intentar, por eso estamos en un teórico libre mercado. Aunque no lo recomiendo.


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