metadona
La policía de Blackpool, Reino Unido, investiga la muerte de una niña de dos años que al parecer consumió una dosis letal de metadona. La pequeña Sophie Jones sufrió un infarto tras ingerir la droga, que le habría sido suministrada para mantenerla tranquila y callada, según ha publicado el tabloide británico Mirror.
La policía cree que la metadona, que normalmente se prescribe para adictos a las drogas fuertes, pertenecía a algunos de los miembros de su familia.
Restos de metadona fueron encontrados en una taza que los agentes sospechan fue utilizada por Sophie Jones.
La principal hipótesis de la policía es que la droga le fue suministrada a la pequeña mezclada con alguna bebida para mantenerla callada.
Por el momento han sido detenidos dos personas, una mujer de 29 años y un hombre de 41, que se ignora la relación que tenían con Sophie Jones.
El responsable de la investigación, Paul Withers, ha asegurado que "hay muchas líneas que están siendo exploradas. Estamos tratando de establecer las circunstancias que rodean la muerte de Sophie".
No descartan que exista otra causa del infarto que sufrió la niña de dos años el pasado martes. "Una línea de investigación es que ella pudo haber ingerido metadona. Sin embargo, no podemos decirlo categóricamente".