OPINIÓN

Apocalipsis

Xisco Cruz | Lunes 03 de marzo de 2014
El proceso de descomposición del Mallorca está tan avanzado que ahora mismo ya nadie cree que la destitución del entrenador vaya a cambiar nada. Al margen de si Lluís Carreras está más o menos capacitado que Oltra para sacar rendimiento a esta plantilla, la maniobra para despedir al técnico ha sido tan chapucera que difícilmente los resultados que vengan concedan tregua alguna a los gestores actuales.

Cuando las peñas deciden que lo mejor para rescatar a un club es no entrar al estadio es que la situación es muy grave. La percepción, poco a poco, es que la SAD ha iniciado un camino sin retorno hacia su desaparición. Y no es la habitual lectura apocalíptica del hincha mallorquinista; más bien una reflexión paciente a la vista de los últimos acontecimientos. ¿Estamos realmente preparados para lo que viene? Veremos.

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