Tomàs Ibarz | Viernes 21 de febrero de 2014
Como asesor de la democracia española. Sólo lo querría para esto. Ya sé que es arriesgado el ejercicio que planteo, pero a veces viene muy bien un espejo en el que mirarse.
Bernie Eccleston, el propietario del negocio de la Fórmula 1 y, por tanto, el que impone las normas del campeonato y el que impone también cambiarlas cada año a su antojo, hace anualmente un ejercicio muy sano y recomendable para el espectador aunque él sólo lo lleva a cabo pensando en su negocio y su cuenta corriente. Se trata de corregir normas para equilibrar las posibilidades de los corredores (al menos los favoritos) para que no gane cada año el mismo. Él lo intenta, pero cada año gana Red Bull. este año lo vuelva a intentar. Revoluciona las normas de coches y carrera para ver si alguien le hace sombra a Vettel. Veremos cómo va el Mundial de F1 este año..
Podríamos fichar como asesor a este fenómeno multimillonario para que reformule la Ley d'Ondt y le dé un vistazo a nuestra ley Electoral. Ambas parecen diseñadas para que ganen siempre los mismos: o el PP o el PSOE. Ecclestone encontraría variables para equilibrar la carrera, que den alguna posibilidad a los demás. Que no gane siempre el Vettel de turno (PP) y que quede siempre Alonso (PSOE) el segundo. Se me ocurre que todos compren las ruedas al mismo suministrador de neumáticos, o que todos tengan las mismas opciones de activar el DRS (ya saben, dos zonas por vuelta y sólo a menos de un segundo del que va delante).
Sí. Ya sé que este artículo no gustará en el PP y en el PSOE y que en IU, VOX y UPyD estarán encantados. A mí me da igual. Total, a Ecclestone, con todos los apaños que hace en la F1, siempre le gana el mejor. Aquí debería suceder lo mismo. Sólo me preocupa que incluso el que se siente mejor tiene miedo a los cambios y prefiere ganar sin quitar las piedras de la mochila del rival.
Evidentemente, el señor Eccleston muestra muy a menudo tics poco democráticos. Sin embargo, su "negocio" quizás pueda servir como muestra de cómo igualar a los competidores.