OPINIÓN

Arquetas de la luz

Ferran Martínez | Martes 28 de enero de 2014
Creo que se denominan así: “Arquetas de la luz”. Me refiero a esta especie de armarios empotrados o sin empotrar que las eléctricas o a quien corresponda, tienen colocadas para la distribución y control de la luz o energía eléctrica. Últimamente son muy famosas porque las hay muchas, tiradas, destrozadas, sin puertas y con los cables cruzados de tanto expolio, se supone por el vandalismo de los amantes del cobre y otros metales preciosos. Los tipos estos, parece que las arrancan y, tras abrirlas, les sacan -no se qué- y las dejan abandonadas. Les cuento. Se trata de una arqueta que yace abandonada en el suelo en la calle Zaragoza, más o menos a la altura del número 24. De su vientre, totalmente abierto, salen unos cables gordos como mi dedo medio, -los tengo como morcillas- que se elevan y distribuirán energía a alguna casa de las proximidades. Como distintivo o aviso a transeuntes, la arqueta está envuelta con una cinta, a modo de corbatín, en la que se lee: Policía Local. Esta calle es muy transitada, a unos cincuenta metros del CESAG - Centro de Estudios Superiores Alberta Giménez-, cuyos alumnos, que aparcan por ahí como pueden, habrán visto la arqueta. No creo que la curiosidad de ningún futuro periodista se nos queme antes de tiempo. No tendrán la curiosidad de tocar estos cables y ver que hay ahí, pero ... ¿y si a algún pequeño o mayor le da por urgar y hay descarga? Es sólo un aviso. Podríamos hablar de otra arqueta que está muy cerca de esta otra y que yace ubicada en la calle Massanella a la altura del número cuatro. Esta ya lleva mucha mili. Permanece abierta hace años, más o menos de cuando la burbuja explotó. Está vieja pero muy bien armada, ya que enseña los mismos colmillos con sus peligrosos kilovatios, vatios, amperaje o tensión, que en caso de tener la mala ocurrencia de meter los dedos donde no toca, te puede poner los pelos de punta -supongo-. Bueno, lo de la calle Massanella -en ciertos tramos- es para editar un diario de despropósitos. En esta avenida y en el trayecto comprendido entre el número 1 al 10, hay un poco de todo, pero hoy no toca, lo contaré otro día. Por cierto señores del Ayuntamiento: ¿Alguien puede informarme por dónde se accede a la Calle Massanella? Sus dos entradas de acceso, bien sea por la calle Zaragoza o por el Camino Vecinal de Sa Vileta, están señalizadas con un disco de dirección prohibida. Así pues, ¿por donde accedemos a la calle Massanella? De estas y otras cosas de la calle Massanella, de como se inunda esta avenida cuando llueve, del tráfico rodado, de personas que hay en las horas punta y de lo peligroso que es para los peatones avanzar por esta estrechísima calle, donde muchos circulan a gran velocidad - hay dos colegios muy cerca con padres y madres que llevan a los niños- hablaremos en otra entrega. Para terminar y volviendo a la Calle Zaragoza, denunciar que a la altura del número 26 hay una obra sin acabar, cuya grúa, de altas y grandes proporciones, pide a gritos que la bajen al suelo antes de que ella se caiga o baje precipitadamente sobre los vecinos, quienes siguen asustados sus movimientos omnidireccionales cuando el viento sopla fuerte, ante el peligro que supone, que, este artilugio, ronde sobre sus tejados y cabezas, sin mantenimiento alguno, con deterioro continuado sin que la desmonten de una puñetera vez. Aquí queda dicho. No hay más denuncias porque se me acaba el tiempo y ustedes están cansados de tanta arqueta y tanta grúa, que lo importante ahora son las primarias del PSOE, que Garzón y Rajoy sigan defendiendo la Real Inocencia de la Infanta y, – poniéndome serio-, que no nos desmantelen la fábrica de Coca-Cola por favor que hay niños y familias dentro y para ellos no hay juzgado de guardia que los defienda ante los saqueadores y expoliadores de turno y le juro señor fiscal que son tan inocentes como ella.

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