La dimisión de Delgado

Por sorpresa y en plenas fiestas, José Ramón Bauzá ha anunciado la marcha de Carlos Delgado, que deja el Govern y la política. Todo estaba perfectamente preparado y cronometrado, desde hace meses. Prueba de ello es que a la hora de hacer el anuncio flanqueaban a Bauzá el propio Delgado y su sucesor y hasta ahora director general, Jaime Martínez. No se ha dejado nada a la improvisación. ¿El motivo?: personal y privado. Han insistido en ello Bauzá y el propio Delgado. Y hay que creerlo. Carlos Delgado es y ha sido un dirigente sólido, discutido pero de una pieza. No es de los que se arredran o se espantan por una hipotética imputación a causa del caso Radio Calviá por una querella presentada por el PSOE. Si fuera esta la causa, Delgado habría presentado batalla jurídica y luchado hasta el final. No habría consentido que le echase de la política una denuncia de la oposición. En dos ocasiones ha sido candidato a la presidencia del PP Balear obteniendo en ambas ocasiones el apoyo del treinta por ciento del partido en circunstancia adversas. Eso lo dice todo. Además, como conseller de Turismo ha operado desde la prudencia y ha huido de protagonismos excesivos y de decisiones estrambóticas. Ha escuchado más de lo que ha hablado. Tal manera de actuar demuestra que Delgado regresa al ejercicio privado de la abogacía por motivos personales. "La familia es lo más importante", ha afirmado, tras dimitir. Y el hasta ahora conseller tiene compromisos privados importantes. Se debe a sus hijos y, como se sabe, está casado en segundas nupcias. Son muchas responsabilidades que le obligan a un esfuerzo personal y económico muy importante, difíciles de compatibilizar con la dedicación constante y exclusiva al puesto de titular de Turismo con un sueldo que se hace corto cuando se han de asumir excesivas cargas del ámbito personal. Ya lo insinuó Bauzá al decir que la política es un lugar de paso y que lo destacable de los que ocupan cargos es que puedan regresar a sus ocupaciones profesionales cuando lo crean conveniente. Bauzá no quiere profesionales de la política. Delgado, aún siendo un dirigente de tomo y lomo, ha demostrado que tiene otros objetivos en la vida.  Su vida.