Sorpresa de los técnicos municipales por el derribo de Capitanía y Aduanas

La intención del gobierno municipal de Cort de analizar a posibilidad de proceder al derribo de los edificios de la Capitanía del Puerto y de Aduanas, situados en el Parc de la Mar, ha tomado por sorpresa a  técnicos municipales de Urbanismo, que no sabían nada de estas intenciones. No obstante, si Cort consigue que la administración central les transfiera las dos construcciones, "no habrá problemas para su demolición, ya que están fuera de ordenación desde la planificación general de los años noventa". En otros ámbitos la sorpresa viene porque estos movimientos políticos para derribar los dos edificios se han producido en paralelo al anuncio de la Autoridad Portuaria de destinar su antigua sede a la instalación de un hotel. Si se derribasen los edificios de Capitanía y Aduanas, este hotel tendría unas vistas despejadas fabulosas. Sus clientes podrían contemplar desde el interior el conjunto de las murallas, la Almudaina, la catedral y la Avenida Antonio Maura hasta el Borne. Si no se derriban, la vista quedaría limitadísima, Tanto la mole de la Capitanía del Puerto como la de Aduanas no están catalogados como patrimonio histórico-artístico. Pueden desaparecer. Sin embargo, el edificio de Capitanía fue hasta hace unas décadas la sede de la Comandancia Militar de Marina de Mallorca. Tuvo una gran importancia durante la guerra civil. Desde su interior el almirante Moreno dirigió el bloqueo del Mediterráneo para impedir que llegase ayuda por mar a las costas levantinas de la Península, desde Barcelona a Almería, que era zona republicana. El edificio también fue objetivo de los bombarderos republicanos de la base de El Prat de Barcelona. De hecho, son visibles hoy en día los efectos de un bombardeo de 1938 en una de las esquinas de Capitanía, en concreto la parte derecha conforme se mira desde la puerta principal.