Lunes 18 de noviembre de 2013
El viaje de José Ramón Bauzá a California para honrar la obra de Junípero Serra se ha de valorar en toda su dimensión histórica y de futuro. Es más, sorprende que el Govern Balear no haya hecho hasta ahora mucho más hasta ahora para establecer más nexos de entendimiento con la pujante California, teniendo en cuenta que el franciscano de Petra es uno de las grandes padres de este Estado, uno de los más emblemáticos de Norteamérica.
Los californianos admiran y reconocen la gran tarea evangelizadora de Junípero, que con un coraje extraordinario expandió la evangelización a unas tierras que más tarde vivieron un desarrollo y una pujanza fuera de lo común. Bauzá lo ha comprendido perfectamente. Baleares es promocionable en California. Se han de profundizar los lazos entre ambos territorios y entre los dos pueblos.
La visita del presidente balear no ha de quedar en mera anécdota que poco a poco se irá difuminando en el recuerdo, sino que ha de continuar mediante las iniciativas y los contactos que sean necesarios. No sólo se trata de turismo. Hay mucho que aprender en California. Su industria audiovisual es famosa en todo el planeta, al igual que su apuesta por las nuevas tecnologías, de la que son vanguardia mundial. Valdría la pena pedirles apoyo (ellos todo lo convierten en negocio) para ampliar aquí sus experiencias. Mostrarles las oportunidades que tiene en el para ellos lejano Mediterráneo. Baleares tiene un paisaje único, de gran valor para la industria cinematográfica. Y Palma cuenta con un Parc Bit que sin duda ha de resultar muy interesante a los impulsores de Silicon Valley.
Hay mucho campo en el que trabajar conjuntamente. Las Baleares están inmejorablemente conectadas con las zonas más desarrolladas del continente europeo. Son un lugar fantástico para invertir desde la óptica californiana. El viaje de Bauzá ha de tener continuidad. Sus colaboradores y técnicos han de volver para hacer más fuertes las conexiones mutuas.
Este es el ejemplo y el legado de Fray Junípero adaptado a nuestros tiempos: continuar con su tenacidad, su fuerza de convicción y el no arredrarse ante las dificultades. Su camino y su obra siguen vivos. Y el mejor homenaje que se le puede hacer es continuar su obra desde una perspectiva moderna y adaptada a los nuevos tiempos. Por eso tanto luchó Junípero en la dura época que le tocó vivir, con los modestísimos medios con que contaba, pero con un coraje que hoy tendría que ser bandera de las actuales generaciones de baleares.
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