EDITORIAL

Piscinazo de Pedro Jota

Viernes 15 de noviembre de 2013
El periodista Pedro J.Ramírez se ha dado de bruces con el Tribunal Supremo en su desesperado intento por mantener la exclusividad de la piscina que disfruta en zona marítimo terrestre en la Costa dels Pins. El alto tribunal ha dado carpetazo a las dos órdenes ministeriales que pretendían que en la práctica Ramírez disfrutase en exclusiva de esta pileta de todos durante los meses de verano. Se ha pegado un auténtico piscinazo. Todos los ciudadanos tienen derecho a ir a remojarse en sus narices. Sería recomendable que se lo tomase con sentido del humor porque no es recomendable para nadie agarrar rabietas en pleno período vacacional por un quítame allá esas pajas con el Supremo.

Los madriles no son la acomplejada Mallorca. Allí los piques entre un Gobierno y un editor suelen acabar pasando factura. Parece evidente que Rajoy y su entorno no son tan complacientes como lo fue Matas cuando era presidente autonómico, en que rindió pleitesía a Ramírez todas las veces que le hizo falta. Y ya se ha visto. Ahora Matas las pasa canutas sin que se haya visto por parte de Ramírez una abierta defensa del expresidente, al menos con la misma contundencia con que ha defendido la exclusividad de su piscina de la Costa dels Pins.

También sería recomendable que Pedro Jota hiciese autocrítica y que más le había valido reconocer el error de haberse empecinado durante años en mantener el uso privado de la piscina mediante la intervención del Ministerio de Medio Ambiente. Estos asuntos acaban liándose más pronto o más tarde. Y aquí el que se ha apuntado el tanto es Jaume Sastre, líder del Lobby per la Independència, que se está saliendo con la suya de dejar al periodista sin su amada pileta.

Los piscinazos son siempre contraproducentes. Parecen una cosa anecdótica, pero mueven a la risa y a la chirigota. Y eso es lo último que le conviene a Ramírez en momentos tan duros y amargos como los actuales.

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