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El juez Castro y el fiscal Horrach están en el unto de mira de los servicios secretos españoles. Según publica Interviú en un reportaje, ambos han recibido mensajes, presiones y amenazas anónima.
"Algunos de sus familiares se sienten vigilados. Sospechan que el servicio secreto se entromete en su investigación o al menos la ‘supervisa’ para proteger a Iñaki Urdangarin y a su esposa, la infanta Cristina", relata la publicación.
Por ello, Castro abrió una pieza secreta, denominada Operación Ítaca, que se centra en los seguimientos a los que son sometidos por parte del CNI.
Todo comenzó, según la revista, cuando el magistrado cordobés se puso en contacto con la oficina que el CNI tiene en Barcelona por la visita de un presunto miembro de los servicios secretos. Llamó al centro pero nunca obtuvo una llamada de vuelta.
