Miguel Ángel Ariza | Viernes 25 de octubre de 2013
Lo tengo que decir tal y como lo siento, estoy realmente acojonado. Hace dos semanas que en uno de mis artículos proponía que el gobierno se levantara de la mesa de negociación por el tema del TIL y que no se tratara nada de sueldos y otros asuntos que benefician al sector docente que no fuera la ley en cuestión. Va el gobierno y lo hace. Acojonado sólo de pensar que pueda ser yo el mentor de la consellera Camps y de mi admirado Estarellas.
Acojonado, también, por la inmigración ilegal.
Resulta que una vez más nos han tenido que dar lecciones desde el extranjero de cómo se debe actuar con la inmigración ilegal, y lo que más me revienta es que venga un tío socialista a contarme cómo hacerlo. Es verdad que se ha armado la de San Quintín en Francia, pero ellos no se han movido ni un ápice de su política de inmigración y de expulsión.
Una vez se me llamó “fascista de mierda” (tal cual), en una tertulia televisiva, porque es verdad que yo digo las cosas tal y como las siento, dije que estaba a favor de la pena de muerte (tema que si queréis ya hablaremos de ello otro día (año 2001)) y porque dije que a los inmigrantes sin papeles y que no tienen ninguna función más que la de malgastar nuestros escasos recursos, la solución solo pasaba por, tal cual vayan llegando, tal cual los vayamos devolviendo a su país.
Francia esta hasta “los santísimos” de mantener a vagos y maleantes, y gente que ha culminado su cometido, por supuesto que no todos son mala gente claro que no, pero ya se sabe que cuando no se tiene ni oficio ni beneficio las consecuencias que tiene. ¿Y qué hacen? Pues nada, orden de expulsión, ¡y barco! Sin contemplaciones, y eso lo hacen los socialistas franceses ¡Y NO PASA NADA! Y es que ya basta señores.
Nos pasa lo que nos pasa a los españolitos, por ser las hermanitas de la caridad de Europa, aquí “cosset que se m'hos passa, cosset que hem de mantenir” ¡Y CUIDADO! que si no los ayudamos, nos demandan, manda cojones. O sea, mi hermana no llega a mileurista, soltera y con una hija, tiene que buscarse la vida para sobrevivir y gracias tenemos que dar de que tiene curro, pero a la vecina de un país de estos de los que escapan, de estos del pañuelo en la cabeza, los Servicios Sociales les da una cartilla de alimentos básicos, material de colegio etc, y nosotros a callar y a mirar, porque como se nos ocurra abrir la boca, somos unos fascistas, mal nacidos intolerantes etc.
Pues no. En vez de tanta pasta en ayudar a los pobres desgraciados que huyen de la miseria, miremos primero nuestra miseria, y después miremos al vecino, tal como entran, tal tienen que salir. ¿Sabéis por qué pasan cosas como los saltos de la verja en África , o las desgracias como la vivida en las aguas de Lampedusa? Porque somos unos blandos, unos fofos y unos ñoños, porque por miedo a perder votos no somos capaces de tener una política dura y firme, como la tienen en Francia, Y NO PASA NADA. Que no tienen papeles, ¡barco! Que se les acabó el trabajo, ¡barco! Que no tienen recursos, oigan me sabe fatal pero ha llegado un punto que primero somos nosotros y después ellos.
Os aseguro una cosa, si fuéramos contundentes con las políticas de inmigración no nos pasaría lo que nos pasa, no nos tomarían por el pito del sereno, igual que se corre la voz de que Europa es la panacea, en vez de pagar tanta asistencia y tanta ayuda pagáramos con ese mismo dinero aviones de retorno “sense mirar prim” verían ustedes qué pronto se correría la voz y pocas pateras llegarían en poco tiempo a nuestras costas.
Pero nada, nosotros seguiremos siendo las madres Teresitas de Europa y quizás dentro de 500 años algún Papa nos haga beatos a todos por ser tan bondadosos.
Quiero recordar que desde el gobierno balear se han hecho “planes de retorno voluntario”. Recuerdo cuando el vicepresidente Antonio Gómez puso en marcha este plan. También se le criticó, y no era ni la mitad de duro de como pienso yo, y como yo la mayoría de gente mundana que como cada semana escribo pisamos la calles y escuchamos lo que se cuenta en la cola del Mercadona.
El plan ese del señor Gómez son políticas de retorno voluntario, no son políticas de expulsión, sino una oportunidad que se da al ciudadano extranjero cuyo “proyecto migratorio” ha finalizado y desea retornar a su país de origen, pagándole el billete de ida, con la condición de que esté unos años a volver. ¡Pues ala!, por eso a ese pequeño gran hombre se le tildó de facha y de no se cuantas cosas más. No se on arribarem.
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