escales-Teatre
De forma lenta y sin hacer ruido, el
Ayuntamiento de Palma está recuperando las concesiones de los
comercios situados en las escaleras situadas justo a la derecha del
Teatro Principal, conforme se sube en dirección a la calle Colón. Prácticamente sólo queda uno que continua con la explotación privada del local. Estos comercios, con estructura fácilmente desmontable en forma de chiringuito, han formado parte del paisaje de la zona durante muchas décadas. Se dedicaban a la venta de souvenirs a los turistas, camisetas deportivas y, en otro tiempo, enormes cuchillos de caza y pistolas de fogueo.
Como dato anecdótico, siempre se ha dicho que el cuchillo con el que se atentó en 1978 en Argel contra el dirigente independentista canario
Antonio Cubillo fue adquirido en uno de estos comercios. En aquel tiempo era completamente legal su venta. Al menos eso contó años más tarde uno de los mercenarios que participaron en el atentado.
De momento no se sabe cual es la intención de Cort cuando recupere la totalidad de estos comercios, pero todo indica que podría ser desmontada la estructura que ocupa el espacio público de las escaleras para conseguir que estas sean mucho más amplias y atractivas, aumentando también el encanto de todo el entorno del Principal.
Estas escaleras tienen una historia muy curiosa. Según la tradición fueron parcialmente realizadas con la base y partes del monumento dedicado a la reina Isabel II, que estaba ubicado donde ahora está enclavada la fuente de la Plaza de la Reina. Isabel II fue derrocada por la Revolución Gloriosa de 1868 encabezada en la Península por Prim, Serrano y Topete. La monarca partió hacia el exilio en París. El pueblo de Palma salió en manifestación y derribaron el monumento.
La tradición también dice que la estatua fue decapitada. A la testa se la quedó un farmacéutico republicano que la aprovechó para hacerse un mortero para producir medicinas.