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Es incuestionable que la vida en los centros educativos públicos (y en menor medida en algunos concertados) de Baleares quedó paralizada en el arranque de la
huelga indefinida convocada por los sindicatos STEI y CCOO y con el apoyo posterior de la UGT.
Otra cosa son las cifras de participación. Mientras el
Govern da como balance del primer round un
22,2% de participación, los convocantes elevan el seguimiento al
91%. En este sentido, datos cocinados aparte, lo cierto es que la Conselleria d'Educació, en sus cifras, incluye como personal que ha ido a trabajar a todos los servicios mínimos. Colectivo que los convocantes discriminan en sus cifras.
La protesta sigue adelante porque el Govern no ha movido su discurso ni un milímetro y ahora sólo falta saber qué aguante van a tener los docentes ya que cada día que pasa es dinero que se restará de su próxima nómina.
La primera jornada de huelga sí sirvió, en cambio, para que el colectivo mostrara a
José Ramón Bauzá sus fuerzas. No son pocas, vista la concentración de más de 4.000 personas este lunes frente al Consolat de Mar pidiendo la dimisión del presidente del Govern. Todo, en una jornada en la que el
verde fue el color más visto por las calles de la capital balear, de Menorca, de Ibiza, y en las proximidades de todos los centros educativos públicos de la Comunidad.
La protesta de este lunes en el Consolat se trasladará este martes al Parlament donde se inicia el curso de sesiones.