La decisión del Govern Bauzá de continuar adelante en la aplicación del TIL a partir del curso que comienza dentro de unos días demuestra que no piensa arredrarse ante el auto del Tribunal Superior de Justícia que ordena la suspensión cautelar de la norma.
El Ejecutivo balear considera que se trata de una cuestión solventable mediante decreto al tratarse de una anexo y de unas órdenes ejecutivas que en su conjunto no afectan al contenido del TIL ni de su capacidad de aplicación a las aulas. Bauzá parece decidido a no consentir que gobiernen las decisiones judiciales y para conseguirlo tiene el arma legal del decreto. Habrá que ver cómo acaba este pulso.
Lo seguro es que el Consolat no le tiene ningún temor a la convocatoria de huelga indefinida. Si se sintiera acosado, el auto del TSJB le daba la excusa perfecta a Bauzá para dejar en suspenso el TIL y conseguir un inicio de curso tranquilo.
No ha sido así. Bauzá quiere cumplir su programa electoral y en esta dirección se mueve. Es más, está convencido que el alto tribunal le da la razón en la cuestión de fondo: la aplicación del trilingüismo aunque discrepe en algunos puntos formales. Otra vez la batalla del TIL está más candente que nunca. Pero Bauzá parece dispuesto a demostrar a diestro y siniestro que quién tiene el poder es él, no los jueces ni la oposición. Y que piensa utilizar al máximo las armas legales de que dispone.