Tomàs Ibarz | Viernes 26 de julio de 2013
La red ya no tiene nada de virtual. Por desgracia y cargados de dolor, esta semana hemos tenido otra buena muestra de ello. La red (facebook, twitter, blogs personales, youtube, etc.) han marcado el ritmo de la solidaridad, de la angustia, de la opinión, de la reclamación, e incluso, de la información alrededor de la tragedia del descarrilamiento ferroviario en la víspera de San Jaime.
Los casi dos días de silencio oficial respecto al número y la identidad de las víctimas (mortales o no) del accidente, o sobre las cusas del mismo, han sido "llenados" por la red. Justo desde el momento en que el primer familiar de un pasajero que iba en el convoy escribió: "Mi hermano va dentro". La búsqueda de información se desató en la red, acompañada de la obligatoria curiosidad periodística de los medios. Unos por pánico, otros por responsabilidad.
¿Quién marcó el ritmo en las primeras horas tras el siniestro? La red, seguida de los medios.
¿Quien no lo marcó? Quien debería hacerlo. Y no me refiero en este caso a las autoridades y administraciones. Hablo de RENFE. ¡Qué desastrosa política informativa en aras de la prudencia!.
¿Prudencia? de acuerdo. Pero no ocultismo informativo. Ni siquiera han salido al paso para tranquilizar o para desmetir. Eso sí, han hablado para decir que investigarían quien de la empresa filtró a los medios el video con las imágenes del descarrilamiento. Vaya manera de perder el tiempo....
Cada uno ha hecho su papel. Novedoso si lo comparamos con hechos similares hace años. La televisón nos ha traído las imágenes, el sonido y el dolor. La Radio se ha ido hsta el lugar del suceso. La prensa nos ha hecho descubrir que España está llena de supuestos ingenieros ferroviarios.
La red ha marcado el ritmo para activar todo lo demás. O lo que es lo mismo, la vida está en internet, y no es virtual como decían.
Eso sí, yo conocí la notiia en directo escuchando la radio. Como debe ser.
Noticias relacionadas