22/02/2022@06:03:00
Han transcurrido cuarenta años desde que el socialista Ramón Aguiló ordenara demoler Can Serra, el más emblemático palacio de estilo gótico civil de Palma, para que otro socialista, José Hila, tome el relevo de la piqueta y pueda proceder a su derribo. En este tiempo, el inmueble se salvó, se compró por 1,4 millones de euros, se transfirió a Cort, se apuntaló y se...abandonó. Y ahí sigue, esperando convertirse en escombros con un cartel colgado en su fachada por vecinos indignados que reza: sois unos cutres. Una frase que resume a la perfección la dejadez y desidia de las administraciones públicas por conservar el patrimonio histórico y artístico de Palma. El gabinete del alcalde asegura que no es esa la intención de Hila y que hay presupuestados 5,7 millones de euros en 2022 para rehabilitación y conservación de patrimonio cultural de Palma. Lo que no hay es una partida finalista para Can Serra y sólo la intención de elaborar un informe y un posterior estudio del casal.