Monago romperá el botijo

El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, se ha subido a la parra en su ofensiva contra las comunidades que tienen una balanza fiscal más favorable y se ven obligadas a grandes dosis de sacrificios para mantener a las más deprimidas. Balears se encuentra entre las que aportan, y más de la cuenta. Y Extremadura se sitúa entre las que reciben, tal vez también más de l que sería recomendable. Por este camino, a Balears se le asfixiará el motor y Extremadura jamás alcanzará pleno desarrollo porque se ha acostumbrado a vivir de la sopa boba durante demasiado tiempo.

Pero ante esta evidencia, Monago no aprende. Se ha autoelaborado una ristra de balanzas fiscales sui géneris donde parece, a partir de un surrealista baile de números, que son las comunidades más activas las que más reciben mientras que su Extremadura sale perjudicada.  Con el autoengaño Monago no va a ninguna parte. Acabará por romper el botijo que tanto sustento ha aportado a su comunidad. Es comprensible que se muestre como un presidente combativo. Gobierna gracias al apoyo de Izquierda Unida, que tiene suficiente capacidad para marcar buena parte de su discurso. Pero no debería perder el sentido de la realidad. La salida de la crisis para el conjunto de España pasa por el propiciar el empuje de las comunidades más dinámicas. No ofendiéndolas, menospreciándolas y exhibiendo números trileros. Quienes así actúan son los que de verdad rompen el principio de solidaridad entre comunidades.

Sería conveniente que Rajoy ponga orden. El eje Balears-Valencia-Murcia en busca de una financiación más justa no es ninguna broma. Obedece a una exigencia social clamorosa. Si Monago se opone acabará por perjudicar a los extremeños y a su propio partido. Lo más importante es salir de la crisis. Y Monago parece estar muy a gusto instalado en la depresión... que padecen unos más que otros.